Al plantearme la entrevista a Pablo Utray no puedo dejar de reconocer que tengo suerte. Les confieso que pensaba que esta entrevista que le propuse, un tercio por motivos promocionales de su nuevo libro, otro tercio por curiosidad profesional y el último tercio por necesario ejercicio intelectual, iba a ser rechazada por el autor. No está realizada en las condiciones que me gustaría, que sería cara a cara, en directo o grabándola, sin posibilidad de pensar demasiado las respuestas, escribiendo y reescribiendo la más certera definición de cada una de las cuestiones. Se la propongo sin ambages para otra ocasión, con las personas que leen Tamaimos.com de testigo. Les adelanto que el entrevistado no cree en la espontaneidad sin más.
Tiempo habrá, porque Biblioteca Habitada, su proyecto de publicaciones en Ediciones Tamaimos, se inaugura con este libro, Libertad de Actuar. Argumentos poli(é)ticos de disenso. El volumen fue presentado por su heterónimo Jorge Stratós en el marco del Foro Bucio 2018 el pasado 1 de diciembre en la Casa Orlando Hernández, de Agüimes. Le acompañaron el editor José Miguel Martín y el periodista Juan García Luján, en un encuentro que dio lo que prometía. Y volverá a ser presentado por otro de sus heterónimos, Pablo Ródenas, junto con José Miguel Martín, el próximo 21 de diciembre en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife, en La Laguna.
En esta conversación con el huidizo Pablo Utray no puedo dejar de invitar a participar a los mencionados, al articulista Jorge Stratós, a quien ustedes han disfrutado en Acuse de Recibo y Excepción de Estado, y al profesor Pablo Ródenas, prologuista del libro La Unión del Pueblo Canario. Luces y sombras del nacionalismo autodeterminista canario de los 70-80 y uno de los responsables de la Cátedra Cultural Javier Muguerza de la ULL. En cualquier momento pueden participar a lo largo del diálogo, para apostillar o disentir, que de eso se trata.
Se estrena la colección Biblioteca Habitada con este volumen. ¿Qué publicaciones podremos encontrar en ese lugar lleno de libros en el que vives?
Bueno, hace unos años acordé con Pablo Ródenas que dejase casi todas sus actividades en la Universidad y con Jorge Stratós que dejase casi todas sus actividades en la política para poder centrarnos en el proyecto Biblioteca Habitada. La idea era revisar y publicar nuestro trabajo de más de cuarenta años en unos cuantos volúmenes. Son libros escritos hace un tiempo y que no se llegaron a publicar, o recopilaciones de textos de difícil acceso. El plan no está cerrado. Y aunque dicen que trae mal fario hablar de proyectos, no me importa decirte que se trata de una colección de al menos seis libros.
Ya en ello, ¿puedes decirme cuáles son?
Sin problema. Por una parte, Poli(é)tica. Ensayos de filosofía crítica de la política, que pueden ser dos volúmenes. Por otra parte, otros dos sobre la noción de ideología. Uno, Ideología, alienación y emancipación. La teoría de la ideología de Marx. Y el otro, Ideología, teoría y práctica. La teoría de la ideología de Gramsci. Además, el libro Sobre Canarias. Escritos poli(é)ticos. Y luego otra pareja de volúmenes, Necesidad de comprender. Cartas poli(é)ticas de disenso y Libertad de actuar. Argumentos poli(é)ticos de disenso. Dicho queda. Los cinco primeros estaban escritos desde hace años, pendientes solo de revisión. De forma paradójica, el sexto, que no estaba avanzado, lo hemos terminado en los últimos doce meses y ha sido el primero en ver la luz, en formato digital antes y en papel ahora. Así es la vida.
¿Desde qué perspectiva están escritos?
Como imaginas, son escritos diferentes que van desde la filosofía práctica a la teórica, desde el análisis científico-filosófico de realidades concretas a la dilucidación de problemas teóricos y conceptuales necesarios para abordar la vida cotidiana. Déjame que te diga que —parafraseando a Antonio Gramsci— todos los seres humanos somos filósofos y hacemos filosofía, seamos conscientes o no de ello. La cuestión decisiva no es, por tanto, el hacer filosofía, que la hacemos, sino si hacemos buena o mala filosofía. Por eso algunos hemos de preguntarnos también por cómo se debe proceder para hacerla bien. Y de ahí el papel fundamental de la crítica, del pensamiento crítico, que siempre ha de ser crítico con las malas filosofías.
«Por eso algunos hemos de preguntarnos también por cómo se debe proceder para hacerla bien (la filosofía). Y de ahí el papel fundamental de la crítica, del pensamiento crítico, que siempre ha de ser crítico con las malas filosofías»
¿Cuáles son los temas que más te interesan?
Cuestiones centrales de una buena filosofía son —para mí— la ligazón entre poder, justicia y verdad. O el vínculo entre democracia, legalidad y legitimidad. O la relación entre creencia, actitud y acción. Todos esos “entre” una cosa y la otra vinculan lo que decimos y lo que hacemos, la teoría y la práctica. Hay una sabia expresión popular que apunta en esa dirección: “del dicho al hecho hay un gran trecho”. Porque, en efecto, también puede haber entre lo que decimos y lo que hacemos —y de hecho es lo más habitual— desvinculación, es decir, mentira y engaño, traición y corrupción. Sin embargo, lo que debería haber es —a mi juicio— razón y justicia. Ese es el meollo de la ligazón entre la política y la ética (y de ahí la ‘e’ del palabro ‘poli(é)tica’ que propongo para interrelacionar esa última disciplina con la política).
¿Se adelanta Libertad de actuar por motivos de actualidad?
Sí, fue una decisión acordada entre Ediciones Tamaimos y nosotros mismos. Libertad de actuar se sitúa en medio de la agudización de la crisis de representación que estamos viviendo en el régimen democrático del 78, que no es una crisis parcial, sino una crisis del régimen entero. Empezando por la crisis constitucional, y siguiendo por la de los principales poderes, instituciones y partidos del Estado, para llegar a la crisis de las naciones sometidas, como Catalunya, Euskadi y Canarias. Se trataba de analizar esta amplia coyuntura remitiéndola a las estructuras profundas de subordinación que la generan.
Pero es un libro sobre Canarias.
En efecto, esa problemática está abordada desde la perspectiva canaria, que es la focalización concreta en la que me sitúo. Y está abordada con urgencia, porque las ventanas de oportunidad que se abrieron desde el 15-M de 2011 y desde las elecciones europeas de 2014 parece que se están cerrando sin cambios realmente sustanciales para las Islas. El mejor indicador para comprobarlo han sido los insignificantes retoques y maquillajes que se le acaban de hacer —en Madrid y de espaldas a la ciudadanía canaria— al Estatuto de Autonomía y a la Ley del Régimen Económico y fiscal, con el ciego apoyo de la minoría de poder isleña.
«Libertad de actuar se sitúa en medio de la agudización de la crisis de representación que estamos viviendo en el régimen democrático del 78, que no es una crisis parcial, sino una crisis del régimen entero. Empezando por la crisis constitucional, y siguiendo por la de los principales poderes, instituciones y partidos del Estado, para llegar a la crisis de las naciones sometidas, como Catalunya, Euskadi y Canarias»
En un texto reciente Jorge Stratós aconsejaba a José Miguel Martín y Juan García Luján por dónde arrancar en la presentación del libro. ¿Hicieron caso o buscaron otras reflexiones?
¿Aconsejar? No creo que ellos admitan “consejos”. El artículo de Stratós “Primeras preguntas para una entrevista imaginaria” en Tamaimos.com era tan solo una irónica indirecta, para curarnos en salud. La conversación transcurrió por donde ellos quisieron. Siendo ambos amantes de Canarias mucho más apasionados y decididos que nosotros —pues nuestro compromiso con la sociedad canaria es más de racionalidad agradecida que de emocionalidad desatada— hablaron espontáneamente de cómo sacar al Archipiélago del pozo nacional-colonial en el que anda metido. Dicho sea con la mayor serenidad y moderación. Porque viene de muy atrás, desde la conquista castellana, atravesando todas las fases históricas de la Modernidad, hasta convertirnos en lo que somos ya bien entrado el siglo XXI: una sociedad sin par en el mundo tardomoderno. Pero una sociedad extravertida, dependiente, que está subordinada a los intereses de unas élites de poder oligárquico internas y externas. Estas élites continúan bloqueando la posibilidad cierta de que seamos soberanos, soberanos para decidir en libertad el curso de nuestra vidas de forma personal y comunitaria. Es una tarea hercúlea, de largo plazo, pero que hay que empezar ya. De ahí mi reclamo de libertad de acción democrática para toda la ciudadana canaria.
Volviendo al proyecto Biblioteca Habitada que se está presentando junto al libro Libertad de actuar, ¿qué importancia tiene la figura de José Miguel Martín en su inicial materialización?
El Clan del Don le da mucha importancia. Como he dicho, Biblioteca Habitada es una colección de libros ya escritos y pendientes de revisión y publicación. Soy de una escuela, por lo visto desaparecida, en la que uno se compromete solidariamente con los demás, pero que no compromete a los demás en los asuntos personales (que es algo que considero impúdico). En román paladino: nunca he tratado de publicar mis libros y siempre he esperado a que algún editor se acercase a pedírmelos, que es como creo que debe ser (aunque es poco probable que nadie de fuera se acerque a alguien de aquí a no ser que sea un genio). Es algo que no ocurrió durante décadas… hasta que nos cruzamos con la Fundación Canaria Tamaimos. Como José Miguel Martín sabe, no aspirábamos a que el Maldito Asunto —que es como llamamos a nuestra frustración predilecta— pudiese resolverse en vida. Era ya un asunto póstumo. Lo demás te lo puedes imaginar… Le estamos agradecidos por su solicitud. Además, José Miguel Martín es esa clase de joven de los que me gustaría que hubiese muchos, muchísimos en Canarias. Y sin embargo, como tantos otros de su generación y aún más jóvenes, vive injustamente en la diáspora, al igual que parte de sus amigos. ¡Pobre sociedad canaria la que expulsa o margina a quienes más quieren trabajar por ella!
«Como José Miguel Martín sabe, no aspirábamos a que el Maldito Asunto —que es como llamamos a nuestra frustración predilecta— pudiese resolverse en vida. Era ya un asunto póstumo. Lo demás te lo puedes imaginar… Le estamos agradecidos por su solicitud»
Antes de hablar de Libertad de actuar, ¿nos puedes adelantar algo más de los siguientes volúmenes de Biblioteca habitada?
Mejor será que me limite al próximo, que está relacionado con este y en cierto sentido propone el marco en el que se sitúa Libertad de actuar. Porque Necesidad de comprender. Cartas poli(é)ticas de disenso recogerá las reseñas —revisadas, claro— que publiqué en formato de cartas con la ayuda de Jorge Stratós precisamente en la sección Biblioteca habitada de la desaparecida revista Disenso. (Entre paréntesis, te diré que soy un entusiasta frustrado del género epistolar, todo un arte que veo con pena que está a punto de fenecer; el cruzar cartas abre universos, y no en vano se denomina “correspondencia”, porque implica una comunicación bilateral a veces intensa y conmovedora: las últimas que he leído son las publicadas en Aquí y ahora por Paul Auster y J. M. Coetzee, un cruce muy interesante de 2008-2011). En fin, en mi caso se trata de la búsqueda melancólica de una correspondencia con un lector o lectora ausente —o inexistente, ¿quién sabe?—, para reflexionar sobre el nuevo mundo uni-multi-polar y local-global que empezó a aparecer a finales del siglo XX corto, después de la caída del Muro de Berlín y el derrumbe de la URSS. Lo hago entrando en libros concretos, para aproximarme a algunos de los principales problemas de las que llamo nuevas sociedades informacionales del espectáculo o sociedades glocalizadas del imperio.