Decía Julio Cortázar al principio de Rayuela que “a su manera este libro es muchos libros, pero sobre todo es dos libros” y por eso planteaba a lectores y lectoras un ‘tablero de dirección’ en el que daba instrucciones para leer el libro. No vengo a hablarles del libro de Cortázar sino de la revista El Bucio editada por la Fundación Canaria Tamaimos que se puede comprar por el módico precio de 10 euros en librerías y algunos kioskos de las islas.
Aunque no aparece la Marga paseando por la Rue de Varennes del brazo de Oliveira (con su impermeable que olía a sopa fría), hay que reconocer que El Bucio es una revista rarita como la novela del argentino, porque no es normal que una publicación de las islas abra sus páginas con una entrevista que le hace Jorge Stratós a Pablo Utray sobre un proceso constituyente para la autodeterminación de Canarias, y menos que se plantee como solución a “décadas de corrupción y corruptelas y derroche de dineros públicos en Canarias” la creación de un movimiento democrático que declare un buen pleito nacional al Estado.
Escribo mientras ojeo y hojeo las páginas de El Bucio que desprenden ese rico olor a papel impreso que llevan años dando por muerto, y de esas páginas sale un texto cargado de futuro de la historiadora Valeria Cabrera Suárez que nos lleva desde eI Encuentro Feminista Canario Decolonial que se celebró el pasado mes de septiembre a la historia de las últimas décadas del movimiento feminista canario. Unas páginas después la doctora en Filosofía Larisa Pérez Flores reflexiona sobre “un feminismo descolonial canario” desde la reformulación del pensamiento de Frantz Fannon. Y si se queda usted con ganas de margullar en el pensamiento de origen africano salte a la página noventa y lea la entrevista a la política y escritora de Malí, Aminata Traoré realizada por Antonio Lozano, Pepe Naranjo y Nicolás Castellano, que cuenta que “Europa no quiere una democracia africana digna de ese nombre”.
Si le gustan las biografías no se pierda “Vida y arte de Manuel Navarro” escrita por Domingo Rodríguez El Colorao, y la historia del libro “Natura y cultura de las islas Canarias” de Pedro Hernández Guanir, narrada por su propio autor. Y ya que se pone usted a echar la vista atrás la profesora María Hernández Ojeda le da la oportunidad de repasar los cuatrocientos años de historia de la literatura canario-cubana. El profesor Antonio González Viéitez se echa a la espalda dos siglos más y nos resume los más de 500 años de la economía canaria desde la conquista al turbocapitalismo. Otro profesor de economía, Matías González, habla del llamado motor de la economía canaria, el turismo, sin demonizarlo pero sin rendirle un homenaje gratuito. Y gratis, en ese sector, no quieren trabajar las kellys, la portavoz de este movimiento en Gran Canaria Marcia Díaz Farías cuenta en una entrevista que nacieron porque los dirigentes sindicales firmaban convenios con la patronal turística en los que ignoraban a las camareras de piso. El periodista Raúl Vega nos relata los diez años de existencia de Tamaimos.
Muy recomendable también el artículo del profesor José Farrujia sobre arte e indigenismo en Canarias, y el relato arqueológico de La Fortaleza que hace el arqueólogo Marcos Moreno, que cuenta que Grau Bassas fue el primero en apuntar a este paraje de Santa Lucía de Tirajana como un antiguo templo indígena. Y hablando de templos, en El Bucio nos toparemos con la iglesia católica y con la “teología de liberación canaria” gracias a un interesante artículo de José Miguel Perera.
Dejamos las cosas del cielo y volvemos a la tierra y nos encontramos con un artículo de la técnico agrícola Fátima Cubas y del profesor de la universidad de La Laguna Luis Alberto Perdomo sobre la planificación del territorio sin contar con el medio rural, donde cuentan el caso de la supervivencia del pastoreo en el Valle de la Orotava. Y pasando de La Orotava a tierras majoreras la antropóloga María Elena Gutiérrez Lima reflexiona sobre la relación histórica con el agua que mantienen los hombres y mujeres de Fuerteventura. Y desde la misma disciplina, la Antropología, José Miguel Martín escribe sobre la relación entre la gastronomía y la identidad canaria, y nos cuenta, entre otras muchas cosas, que la cocina con sabores canarios tiene pocos platos que se denominen así “a la canaria”. Hablando de sabores isleños qué mejor buen sabor de boca que cerrar la revista con un texto inédito del Premio Canarias de Literatura 2018, Ángel Sánchez:” ¿Qué Canarias quiero? Mínimos contraíbles en identidad y nacionalidad”. El retrato de una campesina lanzaroteña realizado por Roberto F. Perdomo ilustra la contraportada de esta revista que tuve el honor de coordinar con la valiosa ayuda en la edición de textos de Iván Vega y Josemi Martín.
Con todo lo que le he contado, si usted no se ha echado a correr todavía al kiosko o a una librería a preguntar por la revista El Bucio es que no le interesa el “pensamiento crítico, canario y autocentrado para el siglo XXI”, tal y como se avisa en la portada diseñada por Sergio Hernández. No pasa nada. Su caso tiene cura, y es bien barata. Los periódicos isleños del fin de semana regalaban Diez Minutos y Pronto, unos papeles de colorines grapados que no son ni canarios, ni mucho menos contienen algo parecido al pensamiento y, en todo caso, sería godocentrado. Como decía mi abuela, usted es mayorcito para saber lo que tiene que hacer si quiere que lo consideren una persona con fundamento.
@juanglujan