Se queja el presidente Clavijo de la confusión que provocaría, en su opinión, el hecho de que en la próxima convocatoria electoral, en 2019, los votantes canarios deban introducir hasta cinco papeletas en sendas urnas: a saber, para el Ayuntamiento, Cabildo, Parlamento Canario, lista nacional al Parlamento Canario y Parlamento Europeo. Denota tal queja al menos dos cosas, a mi parecer. En primer lugar, una desconfianza en las capacidades de la ciudadanía canaria a la hora de desempeñar tal tarea con la suficiencia necesaria. Debemos ser, por lo visto, menos hábiles y tener menos discernimiento que, por ejemplo, los italianos, que son consultados en referéndum sobre múltiples temas con bastante frecuencia, aunque marcando siempre en la misma papeleta, eso sí. En segundo lugar, destila la actitud de nuestro presidente una cierta preferencia indisimulada por que la nueva disposición adicional transitoria sobre la cuestión electoral no sea aplicada, prorrogando el injusto sistema que tantos buenos resultados ha dado a Coalición Canaria en sus recurrentes derrotas.
Se inicia un cambio de ciclo que, si bien no avanza todo lo deseable en esta materia, sí apunta en una dirección que, ojalá, no tenga camino de vuelta. Coalición Canaria debe asumirlo y negarse a continuar siendo un freno a la democratización plena de nuestro país. Coincide además con la profundización en un multipartidismo que, por otro lado, no es un fenómeno plenamente desconocido en las islas, como sí lo es en otras latitudes, más caracterizadas por el bipartidismo. Se abre el juego, comienza la partida y la ciudadanía debe optar por reforzar aquellas propuestas que, paso a paso, nos vayan situando en escenarios mejores, o no tan malos, para poder aspirar a cotas mayores. A Clavijo le produce angustia la quinta urna. Más debiera angustiarle los preocupantes niveles de abstencionismo en las más recientes convocatorias electorales o la apatía con que ha sido recibida la aprobación de la reforma estatutaria. Diría más de su preocupación por la mejora de la calidad de la democracia canaria, tan urgente y necesaria.