Canarias está de fiesta. Y no es por el Charco en La Aldea, por la Romería del Socorro, por la Fiesta de los Dolores o por las Lustrales de La Gomera. Canarias está de fiesta porque por fin tiene lo que quería, o al menos lo que algunos dicen que quería: el REF económico fuera de la financiación autonómica. Dentro de la reforma del Régimen Económico y Fiscal, aprobada en el Congreso y pendiente de ratificación en el Senado, se incluye la bonificación del 75% del descuento de residente en viajes a la Península Ibérica y un plan para luchar contra la pobreza en Canarias, sin concretar en qué se sustentaría. Eso siempre, claro, que los niveles de pobreza se sitúen por debajo de la media estatal, por lo que no se concibe que estemos por encima. En otros conceptos, se prima la formación profesional y la producción cinematográfica en las islas.
Canarias es una fiesta, porque esto hay que celebrarlo. Lo dicen la mayoría de los partidos, otros lo matizan y solo Podemos lo rechaza, hablan de «complejo colonial», un complejo también entendido a su manera. Un REF «histórico» que beneficia a los de siempre, aunque Quevedo insista en que es más «social», sin especificar en qué. Canarias es una fiesta porque 24 años más tarde tiene un nuevo REF, un beneficio fiscal, no lo olvidemos, destinado a territorios dependientes y que favorece, reitero, a las minorías. Una disposición hermana de la Ley de Puertos Francos de 1852 que prevé exenciones fiscales. El Régimen Económico, que se ha incluido al mismo, tiene como objetivo paliar la lejanía de las islas, ahí es nada. Como siempre nos preguntamos, ¿lejanía de dónde? ¿Por qué se produce esta lejanía? ¿Quién la provoca y como se establece? ¿Dónde está el centro? Dentro de la parte fiscal destacan instrumentos como la RIC (Reserva de Inversiones de Canarias), que fomenta la inversión en Canarias, la deducción por inversiones en Canarias, la preposición «en» cumple un papel central en este incentivo, la ZEC (Zona Especial Canaria), que favorece a los sectores que se establecen en Canarias y que «está abierto a empresas que operan sólo en determinados sectores no maduros en las Islas» o el AIEM, que se ha establecido como un elemento que favorece claramente al importador, como indica Antonio Suárez, presidente de UPA Las Palmas.
La fiesta se frena si atendemos a algunos datos turísticos actuales. La rentabilidad hotelera en espacios de sol y playa baja un 3,07% según el INE en el mes de julio. Un ligero descenso que, por cierto, no es exclusivo de Canarias, pero ya sabemos que aquí saltan rápido las alarmas. Pese a todo, el gasto turístico mantiene las buenas cifras en el Archipiélago. Ante esta evidencia, la Cámara de Comercio pide profundizar en el turismo de calidad. Durante el segundo trimestre del año la llegada de turistas disminuyó un 6,5% y el gasto aumentó un 1,5%, siempre según datos de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife.
En cualquier caso, si queremos un futuro digno, hace falta mucho más que estar pendientes de la llegada de turistas y del gasto que hacen en Canarias. La prueba del enorme contingente de personal fluctuante lo demuestran las cifras del paro en agosto. El paro subió en ese mes en un 0,13%, 270 personas más. Pero lo realmente preocupante es la tasa de pobreza en Canarias, el riesgo de caer en ella, la falta de expectativas, el paro juvenil, la necesidad de emigrar para tener una vida digna o la masa de gente que trabaja y es pobre, problemas asociados a la realidad canaria ampliamente tratados en esta columna.
Pero que siga la fiesta. La reforma del REF se acaba de firmar y eso vale por todo. Ana Oramas y Pedro Quevedo sacan pecho. El presidente Clavijo, pese a estar contento, no está para muchas fiestas. Por una parte está amulado con Pedro Sánchez porque no lo recibe, con la cantidad de cosas que él le quiere contar. Mientras tanto se contenta con verse con Pablo Casado, el líder de la oposición. Con lo bien que le iba a él con el PP… Pero que la fiesta continúe, que los canarios salgan a la calle a celebrar. Un momento, que una grúa puede terminar con la fiesta. El presidente está pendiente de ser requerido para declarar en el Caso Grúas. La oposición calienta, incluso los que no creen en el REF. Urge una Canarias nueva, una Canarias que no pida limosna, una Canarias social y para la mayoría. Ese día llegará la fiesta de verdad. Perdonen por ser tan aguafiestas.