Publicado originalmente el 21 de junio de 2014
Las tradiciones relacionadas con el solsticio de verano, vinculadas por el cristianismo con la festividad de San Juan Bautista, sumergen en Canarias sus raíces en tiempos anteriores a la conquista europea.
Además de la raigambre indígena de tradiciones como los baños rituales -como los del ganado en el Puerto de la Cruz-, las crónicas de la conquista aportan algunos datos respecto a este momento del ciclo solar:
«Tenían los de Lanzarote y Fuerteventura unos lugares o cuebas a modo de templos, onde hacían sacrificios o agüeros, (…) onde haciendo humo de ciertas cosas de comer, quemándolos tomaban agüero (…) y dicen que llamaban a los Majos que eran los spiritus de sus antepasados que andaban por los mares (…) i dicen que los veían en forma de nuuecitas a las orillas del mar, los días maiores del año, cuando hacían grandes fiestas, i veíanos en la madrugada el día de maior apartamiento de el Sol en el signo de Cáncer, y que a nosotros corresponde el día de San Juan Bautista».
Pedro Gómez Escudero (ca. 1484)
¡Feliz verano!