Según la última encuesta de Sigma Dos para El Mundo publicada el pasado domingo, Ciudadanos ganaría las Elecciones Generales con un 26,7% de los votos, seguido del PP con un 23,3%. Asimismo su número 1, Albert Rivera, es el líder mejor valorado con un 4,37 por un 3,67 de Pedro Sánchez. Vistas las tendencias no es difícil pensar que, si esta encuesta está bien encaminada, Albert Rivera, previo pacto con el PP, podría ser el próximo Presidente del Gobierno español. Me baso en la afinidad ideológica entre ambas formaciones y en los acuerdos que ya han firmado, como en la Comunidad de Madrid, que ni siquiera un Máster oscuro por parte de la presidenta Cristina Cifuentes, puede romper por el momento.
Rivera, según los sondeos futurible como presidente y cuya formación mantiene el pacto con el PP pese al discutido Máster de la presidenta madrileña, duda de las notas de la EBAU en Canarias. La nota media en Canarias es de 6,8, mientras la de Castilla y León, ejemplo usado por el catalán, fue de 6,2. Argumenta que el Informe PISA sitúa a Canarias muy por debajo de Castilla y León. Según PISA 2015, en su apartado de Comunidades Autónomas, la competencia en Ciencia de Castilla y León es de 519 por 475 de Canarias, en Comprensión Lectora de 522 por 483 y en Matemáticas de 506 por 452.
Lo que obvia Rivera es que una cosa es el Informe PISA y otra los resultados de la EBAU, basados en medias. PISA, según su propia definición, «tiene por objeto evaluar hasta qué punto los alumnos cercanos al final de la educación obligatoria han adquirido algunos de los conocimientos y habilidades necesarios para la participación plena en la sociedad del saber». «Los estudiantes son seleccionados a partir de una muestra aleatoria de escuelas públicas y privadas. Son elegidos en función de su edad (entre 15 años y tres meses y 16 años y dos meses al principio de la evaluación) y no del grado escolar en el que se encuentran», indican en su web. Sin embargo, los alumnos que se evalúan en la EBAU están ya en la educación preuniversitaria, y por lo tanto voluntaria, y rondan entre 17 y 18 años. Otro dato a tener en cuenta, más allá de corresponder a un espectro de edad y nivel distinto, es que PISA es una muestra y la EBAU recoge resultados objetivos calificados por docentes que han sido designados para ello, y cuyos parámetros dependen en torno a un 70% de criterios estatales, quedando en un 30% los autonómicos.
Todo esto lo afirmaba Albert Rivera en una Proposición No de Ley registrada en el Congreso de los Diputados dentro de la Comisión de Educación y Deporte. Su partido en Castilla y León sacó pecho por la misma. El objetivo final del argumentario es implementar un sistema de evaluación homogéneo en todo el Estado español, al 100%. Aquí vamos a lo de siempre con Ciudadanos, la recentralización. Con esta excusa, se eliminaría de un plumazo el pírrico porcentaje de competencias educativas que decide una Comunidad Autónoma como Canarias. Recuerden que su partido es el mismo que se ha opuesto a que se proponga la defensa de la identidad canaria en el preámbulo del nuevo Estatuto de Autonomía de Canarias. Niegan nuestra identidad y nos llaman tramposos, así son los naranjas.
Ellos son así, centralistas hasta la médula. Buscan el populismo vacío que pide acabar con todo lo que está descentralizado para entregarlo a Madrid, en una suerte de tutelaje que evoca el que se desarrolló durante el franquismo, a las percepciones e iniciativas de los naranjas me remito. En este caso Albert Rivera, por desconocimiento o por incompetencia, pone en tela de juicio una buena cantidad de cosas muy serias. Por un lado niega que un alumno canario pueda ser mejor que un castellanoleonés, en una lógica que roza el racismo. Y todo ello porque en el nivel educativo anterior las competencias eran menores, sin contemplar la posibilidad de que los alumnos que siguen estudiando en Canarias, lo hacen con un mayor éxito que otros.
Por otro lado, duda de todo un sistema educativo en Canarias, de los docentes, de las Universidades, de los órganos educativos competentes… Sin estar dentro del gremio, considero que la acusación es suficientemente grave como para pedir explicaciones al catalán. Por último, está usando la lógica de que nosotros, los canarios, no podemos ser mejor que los otros. Como comentaba líneas arriba, la lógica colonial le hace imposible concebir que el conjunto de nuestros alumnos sean mejores que los castellanoleoneses, en el centro de la Península Ibérica.
Por lo tanto, hablamos de un menosprecio de Albert Rivera al pueblo canario, a su juventud y su sistema educativo, seguramente en su afán por conseguir votos centralistas. A lo largo de la historia, políticos, presidentes, escritores, diplomáticos, poetas o cantantes han sido declarados persona non grata, figura reconocida en el artículo 9 de la Convención de Viena de 1961, que regla las Relaciones Diplomáticas: «El Estado receptor podrá, en cualquier momento y sin tener que exponer los motivos de su decisión, comunicar al Estado acreditante que el jefe u otro miembro del personal diplomático de la misión es persona non grata, o que cualquier otro miembro del personal de la misión no es aceptable. El Estado acreditante retirará entonces a esa persona o pondrá término a sus funciones en la misión, según proceda. Toda persona podrá ser declarada non grata o no aceptable antes de su llegada al territorio del Estado receptor».
Los ayuntamientos también ejercen este derecho, en un plano más simbólico. El de Pontevedra declaró persona non grata a Mariano Rajoy en 2016, el de Vitoria hizo lo propio con la ministra Ana Pastor, La Robla decidió otorgar ese «honor» a José Manuel Soria y varios ayuntamientos catalanes han declarado persona non grata a Juan Carlos I o Felipe VI. Canarias ha ejercido también este derecho, al colocar al presidente de Repsol, Antonio Brufau, el cartel de persona non grata en las islas, por su calificación de «tercermundistas». Más allá de la carga legal en diplomacia que valida a los estados, está la carga simbólica. Si Rivera no rectifica, habría que pensar en declararlo persona non grata en Canarias por la suficiencia con la que se expresó y por la carga peyorativa de sus palabras. Y que si finalmente se convierte en Presidente del Gobierno, no se olvide que no se puede faltar el respeto sin recibir una respuesta a la altura, desde la máxima institución en Canarias.