José Miguel Perera Santana (Arucas, Gran Canaria, 1978), Doctor en Filología Hispánica por la ULPGC y docente en el IES Doramas de Moya, afronta la presentación del ensayo Literatura canaria con identidad (y más allá). “El título remite a las partes del libro”, indica. Estas partes componen los tres bloques en que se divide: el primero y más amplio está dedicado a distintos aspectos y autores de la literatura canaria, el segundo se centra en la identidad y el tercero entra en cuestiones ajenas, a priori, a la realidad canaria y aborda reflexiones sobre otros lares. Todos ellos forman un todo que es Literatura canaria con identidad (y más allá).
Hablamos de un compendio de textos publicados entre el año 2000 y 2010, aproximadamente. Lo califica como “una propuesta personal que puede ser discutida” y que asume la influencia clara del grupo universitario Calibán, del que Perera formó parte. Entre estas influencias señala la reflexión de lo canario en conjunto con lo universal, como algo integrado y nunca contradictorio. “Es una dicotomía falsa, encubridora de lo local y lo universal. Creo que todos somos humanos y todos vemos la realidad desde una perspectiva determinada. Por tanto, desde Canarias la realidad se ve de una manera particular. Hablar de Canarias no es hablar aparte de lo universal”, opina. José Miguel Perera no concibe la identidad sin los otros, “sin los que no soy yo, por eso lo de y más allá”.
Dentro de esos rasgos definitorios destaca como ejemplo la forma de hablar. “En mi forma de hablar hay una marca particular relacionada con los pueblos que hablan español, pero relativa indiscutiblemente a mi modalidad lingüística canaria”, razona. Con respecto a la literatura canaria o literatura en Canarias, Perera lo tiene claro: “nosotros (refiriéndose a Calibán) teníamos y tenemos claro el concepto de literatura canaria de forma normalizada y espontánea”, por lo que no comparte la opinión de algunos autores como Jorge Rodríguez Padrón que habla de literatura, por encima de todo, hecha en Canarias, aunque para este caso concreto reconoce especialmente y valora su extensa y valiosa obra. “Como pasa siempre con los buenos maestros, uno no siempre comparte todas las cosas”, explica. Remata el tema: “nadie duda de que haya literatura argentina porque hay un país que se llama Argentina, pero sí se duda de la literatura canaria. El argumento político es negar la existencia de nuestra literatura”.
Jorge Rodríguez Padrón cuenta en una entrevista en Tamaimos.com que “faltan escritores en Canarias que asuman la labor de crítico de manera regular” y considera que “crítica literaria es una forma de publicidad editorial encubierta”. En este análisis coincide con la poeta Cecilia Domínguez que afirma en un acto reciente que «por vanidad a nadie le gusta que critiquen su trabajo, pero sí echo en falta una crítica literaria». José Miguel Perera redunda en este concepto: “a uno no le gusta que se hable mal de su obra, pero la crítica da vitalidad a la cultura y la literatura. En este libro y en otros trabajos intento tomar la libertad de decir lo que no comparto, siempre desde una perspectiva personal y, por ende, discutible”.
Acerca de sus intereses en la historia de la literatura canaria admite su afinidad con Bartolomé Cairasco de Figueroa, sobre el que ha trabajado y sigue trabajando con frecuencia. “Es bastante significativo que no esté editada su obra principal, Templo militante”, denuncia. En torno a su obra más conocida, La comedia del recebimiento, argumenta que “pone en pie de igualdad a Doramas y al Obispo de Rueda”. Cita también a la poeta romántica Fernanda Siliuto, una de las que incluye Sebastián Padrón Acosta en su compendio Poetas canarios, Alonso Quesada o Eugenio Padorno, a quien considera maestro: “a partir de él surgieron muchas inquietudes”. Este volumen se le dedica.
En su época universitaria confluye con otros estudiantes con intereses similares. Forman el grupo Calibán, donde se incluyen personas como el verseador y profesor universitario Yeray Rodríguez, el docente Bruno Pérez o el intérprete de la OSCE y vicepresidente de la Fundación Canaria Tamaimos Tenesor Rodríguez Martel. “Con aquel grupo nacen inquietudes que son muy importantes en mi labor actual. Por ejemplo, me interesa todo lo hecho en Canarias, para alabarlo o para echarlo por tierra; incluso más allá de su propio valor estético. Trabajar por Canarias no significa que todo deban ser alabanzas. Esa idea viene de Calibán”, admite. El libro también se le dedica al fecundo grupo universitario.
El profesor de Lengua y Literatura en el IES Doramas subraya su identificación con los jóvenes, a veces más incluso que con el resto de profesores. Critica a la Consejería de Educación: “es castrante en ocasiones, para nada apoya. La excesiva burocracia y la falta de recursos, son desesperantes”. Con respecto a la canariedad de los alumnos relata cierta frustración al verlos con ideas contrarias a su propio lenguaje o imitando acentos fuereños. Él, sin embargo, pese a las risas por algunas palabras y estos complejos, que piensa que están sustentados en las influencias que reciben de los mayores y la sociedad que los rodea, imparte la Lengua y Literatura desde aquí, es decir, teniendo siempre como perspectiva primera nuestra modalidad lingüística.
Terminamos hablando de Bienmesabe, un proyecto cultural en sentido amplio en Internet. José Miguel Perera es uno de los Coordinadores Generales y remarca el aprendizaje que ha obtenido en la revista. Por otra parte, enfatiza en la unión entre “lo culto” y la sabiduría popular, que percibe más cercanos de lo que se promociona. Este lunes 20 de noviembre José Miguel Perera acomete la puesta en escena de varios de sus textos sobre literatura, identidad “y más allá”, en una recopilación que promete arrojar luz sobre varios aspectos de nuestra cultura… “y más allá”.