Hola pa’, hace mucho que no te escribo;
Quizás lo haga a estas horas de la noche porque hoy ha sido un día de mierda. ¿Por qué? Pues porque me creía que ella era una amiga y que incluso me quería. Yo no la culpo, simplemente me siento vacía. Me siento como cuando Véntor me dice que no lo eligen para jugar al fútbol, cuando lo apartan y le duele.
– Mami, cuando me dicen eso lloro un poco, pero después respiro como tú me enseñaste.
Pues me siento como él, en medio de un campo y sin pelota.
Barajo posibilidades en la noche para seguir como si nada, pensando en lo bonito que es lo que importa, pero me encuentro con la basura en la calle.
¿Recuerdas cuando nos decías que la zona de Añaza iba a ser la continuación de Santa Cruz y nos costaba creérnoslo?
Pues es una realidad desde hace ya bastante tiempo. Hoy visité el barrio junto a un vecino preocupado y nos mostró cómo la suciedad y la basura no son una cuestión de sensaciones. Hay espacios en los que parece imposible que haya pasado un barrendero en su vida. En el camino, mucha caca de perro junto a plásticos que vuelan sobre tongas de hojas secas, cajas de cartón y tierra revuelta, que se unen a patios de vecinos que cumplen la función de basurero. Existen árboles que ya están secos y hay un brachichito algo raquítico que aguanta el temporal en medio de la acera, pienso que ese lo plantaste tú, junto a los flamboyanes rojos del otro lado.
Necesito un respiro y miro el océano, Añaza también es un perfecto balcón al mar.
Inspiro y me encuentro con las gallinas del huerto. Después espiro junto al verde donde encuentro esperanza; tomateras, calabaceras, matas de millo, lechugas y remolachas, que convierten el desastre en vergel. Sé que mi amiga se fue de mí pero encuentro tu parque al final y está frondoso contra todo pronóstico. Siempre fuiste un buen agricultor y allí los árboles crecen de un modo distinto, como si alguien los estuviera abonando a escondidas cada noche. Los caminos del Parque Hupalupa están estropeados, pero sus árboles lo salvan todo.
Otra cosa papi, olvidaba decirte que declararon en el Parlamento la independencia de Cataluña, que pusieron su himno y todo, después se abrazaron y felicitaron. Cómo te hubiera gustado verlo en YouTube. Pero fue todo mentira, es como si hubiera terminado la primera temporada de una serie de éxito llamada “Desafío soberanista”. La segunda temporada ha comenzado dura, con algunos políticos del gobierno presos y otros en busca y captura. Mientras, miles de personas en la calle encienden sus luces. La Constitución, por cierto, la misma de siempre.
Besos, te quiero.