La Longuera es una zona de cultivo en abandono que se encuentra en la Vega Mayor de Gáldar. Desde hace varios años se viene perfilando un proyecto para construir un centro comercial en la zona promovido por el Grupo Hermanos Domínguez. El Centro Comercial, junto con 1.400 viviendas y otros equipamientos, está recogido en el Plan Territorial Parcial del área de Centralidad de Gáldar y Santa María de Guía (PTP-14) aunque la evaluación ambiental y la ordenación del suelo afectado queda, tras aprobación de la COTMAC, bajo responsabilidad del Ayuntamiento de Gáldar a través del Plan General de Ordenación del municipio. El ayuntamiento es favorable al proyecto, no es directamente el promotor pero lo apoya, con lo que el hecho de que se encargue al mismo tiempo de la evaluación de impacto no resulta muy garantista.
Habiendo hecho referencia a esta cuestión hay que poner el foco en los impactos que se causarán al edificar dicho centro comercial. Los impactos principales estarían en la destrucción de suelo agrícola de alta calidad. El proyecto no se emplaza sobre una zona urbana degradada a regenerar sino en suelo agrícola altamente productivo con lo que en un archipiélago como el canario, con una muy alta densidad de población y un índice de autoabastecimiento alimentario que apenas supera el 6% resulta cuanto menos temerario seguir destruyendo suelo agrícola en vez de promover la recuperación de su uso original.
Por otro lado, resulta clara la saturación de centros comerciales, equipamientos descontextualizados de las poblaciones cercanas que causan un evidente perjuicio al comercio local. Hemos visto, en los últimos años, que se han realizado inversiones en los cascos históricos de los pueblos y ciudades para hacerlos más habitables, reducir el tránsito de vehículos de motor y favorecer el comercio local. En vez de potenciar esta línea se debilita, más aún en una zona que estaba libre de centros comerciales y que se podía, se puede aún, potenciar otra vía.
El modelo de desarrollo resulta claramente ineficiente, ya lo hemos comprobado con el estallido reciente de la anterior burbuja inmobiliaria. Sólo genera desempleo, destrucción del paisaje y aumento de la dependencia socioeconómica de Canarias.
Observar que una vez que se va saliendo de la crisis causada por el estallido de burbuja se vuelve a la misma línea resulta indignante. Por desgracia la mediocridad sigue presente donde se toman las decisiones que condicionan el futuro de todos y todas. Por ello no cabe más que apoyar la labor que viene realizando la Plataforma Salvar la Vega de Gáldar.