El otro día escribía en Twitter (@RaulVega1984) que existe una importante diferencia entre un presidente y un publicista. Ahora que tengo más espacio, lo desarrollo más. Un publicista se encarga de sacar pecho porque en tus islas disfrutan de 20 grados mientras Europa se congela: «No es por darles envidia, pero en Canarias tenemos en torno a 20 grados. Así que, ya saben a donde se tienen que ir todos». Está bien, pero ahí no cabe planteamiento alguno sobre nuestro modelo turístico, sobre la rentabilidad de esa actividad económica. Eso corresponde más a un presidente, que en Fitur convenza a touroperadores y visitantes para que el turismo aporte dinero, de verdad, en Canarias. Declaraciones de intenciones como «hacia un turismo sostenible», que «el turismo redistribuya la riqueza hacia otros sectores», no cubre por sí solos el papel de presidente.
Un presidente también aprovecha la reciente Conferencia de Presidentes Autonómicos para luchar porque los canarios, con 20 grados en pleno enero, no tengan que pagar más luz por la ola de frío en la Península Ibérica. En el país de los subvencionados con las ayudas al transporte, el que tiene que dejar que extraigan petróleo por el sobrecoste energético, en el mismo lugar donde el REF, el RIC o el REA parecen bendición para nuestra economía indolente, pagamos más luz porque un señor en Huesca se hiela, además de comernos los incrementos asociados a que la energía sucia siga siendo nuestro día a día, mientras otros vienen a probar energías alternativas en Canarias. Nuestro presidente sigue presumiendo, cual publicista, pero no quiere molestar a nadie allá por los Madriles.
Pero si de temperatura hablamos, una ciudad que todos conocemos por fría, es La Laguna. Tanto que el Cabildo Secular de Gran Canaria emite un informe en 1792 contra la creación de la Universidad en La Laguna porque eso era «promover la sarna entre los foráneos» por su clima húmedo. Aunque es una exageración políticamente interesada, a Clavijo, que fue alcalde de la ciudad durante siete años, no lo escuché presumiendo de su frío y también tiene su atractivo. La temperatura política en La Laguna, sin embargo, está ahora mismo a más de 20º C. Abreu, que primero dijo no por el pacto en cascada del PSOE con CC mientras Coalición Canaria no cumplía ni uno, ahora sí quiere pactar con Unidos Se Puede. El susodicho personaje no parece muy recomendable para iniciar cambios de ningún tipo. Lo atestiguan experiencias pasadas, además con los mismos con los que ahora quiere pactar de por medio. Coalición Canaria, con la técnica del todo atado y bien atado, ha sabido mantener la situación y tres concejales del PSOE se mantienen en el pacto actual. Por la borda se va la oportunidad de incordiar al Presidente en uno de sus feudos inexpugnables.
En el Parlamento de Canarias, buen tiempo, gracias. Sin embargo la situación se enfría. Asier Antona sigue en su laberinto, el PSOE no se decide a poner los cuernos a su anterior pareja. Sin embargo Patricia Hernández afirma en una entrevista en Canarias 7 que se ve Presidenta pronto. Sería cuanto menos una sorpresa, dado que el bueno de Antona quiere la Presidencia o el cobijo de Clavijo. Casimiro sigue bien amarrado y alineado con el Gobierno, dice defender la «solidaridad entre islas», o lo que es lo mismo, controlo la política canaria con mis 500 y pico votos. Asier Antona, mientras tanto, parece estar al caer, jugando al despiste. Amores reñidos son los más queridos, dice la sabiduría popular. Si es a 20 grados y con Coalición Canaria de por medio, saben todavía mejor…