Chano Franquis, Tamara Raya y el resto de diputados canarios del PSOE, acataron la decisión del Comité Federal de su partido y se abstuvieron, permitiendo que Rajoy se vistiera, nuevamente, de presidente. Con el trabajo realizado, con las órdenes cumplidas y con las directrices marcadas por Julio Cruz, a los diputados canarios no les importó qué votaron sus electores. Un trabajo cumplido también por la diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas, que voto que sí a Rajoy. Unos por acción, otros por omisión, son culpables de mantener a Mariano Rajoy en el gobierno, a pesar del maltrato a Canarias, a pesar del juramento progresista. Porque obviamente es más fácil cumplir órdenes, seguir la dirección que marca el viento, que ser coherente. Creo que, sin tener que ver con Canarias, Gabriel Rufián le dio un buen repaso a la caradura que han mostrado los que cumplen órdenes de los poderes económicos y de las empresas que pagan las campañas.
Ahí no se acaban los problemas y contradicciones de los «socialistas» canarios. Volviendo a casa, están gestionando un pacto nocivo con CC. Tras el enésimo incumplimiento de los nacionalistas en Granadilla de Abona, que relegó al PSOE a la oposición, parecía que la gota había colmado el vaso de la paciencia de los de José Miguel Pérez. En medio, críticas a las consejerías que llevan los socialistas, menos dinero para ellas y Carlos Alonso, presidente del Cabildo de Tenerife, afirmando que no se van del gobierno por los sueldos. Los de la rosa, en un intento tímido y desesperado de despecho, empezaron a hablar con PP y NC, en pro de un pacto sui generis. Una «teoría tóxica» según los maltratadores políticos de Coalición Canaria, seguros de que tienen al Partido Popular de su lado. La presencia de Nueva Canarias en ese hipotético pacto, parece poco menos que ciencia ficción, pero la política junta a extraños compañeros de cama.
Lo cierto es que los tímidos intentos socialistas no avanzaron. A la vez que el eurodiputado Juan Fernando López Aguilar pedía la ruptura del pacto de gobierno, José Miguel Pérez anunció que el pacto continuaba, al menos hasta la próxima crisis. Un artículo en el Diario de Avisos mantiene la tesis de que se «está abriendo un tiempo nuevo en las relaciones entre PP y PSOE». La máscara de las diferencias se cayó y ya juegan los dos sin careta, pero no olvidemos al actor que siempre gobierna desde hace 23 años, gane, pierda o empate las elecciones: Coalición Canaria.
Y los «nacionalistas» tienen al PP de su parte. No hace falta recordar la alegría pepera porque las facciones más duras de ATI habían elegido a su Fernando Clavijo, con lo que el enfrentamiento con Paulino Rivero, sobre todo a cuenta del petróleo, llegaba a su fin. El PP es el partido que está en el gobierno pero sin estar, que apoya la Ley del Suelo y que se une con los Clavijo & company para hacer extraños y partidistas nombramientos en la Radio Televisión Canaria. La oposición se la hacen ambos al PSOE, mientras el resto de fuerzas observa el espectáculo con interés.
López Aguilar pide a su partido que rompa el acuerdo de gobierno antes de que sea el presidente el que lo rompa. Al menos una pizca de dignidad debe quedar en el PSOE, debe pensar el eurodiputado. El PP está a la espera de que sea Clavijo el que rompa el pacto. «El mundo está lleno de tentaciones, Fernando. Banderas canarias con siete estrellas verdes, autogobierno, populismo, políticas sociales… A veces las cosas malas parecen buenas y las buenas parecen malas. Yo te ayudaré y cuando me necesites, sílbame». Antona y los suyos tienen un plan B que venderán como «dar estabilidad». El pacto más repetido en Canarias es Coalición Canaria y PP. El voto favorable de Ana Oramas es una nueva muestra de entendimiento.
Pero con eso no llegan a la mayoría. Si llegaran, probablemente no estaríamos hablando ni de este pacto. Entran en escena expertos en silbidos, los gomeros de Agrupación Socialista Gomera, con Casimiro Curbelo a la cabeza y sus tres jugosos escaños. «El mundo está lleno de tentaciones, Fernando. Cambio de la Ley Electoral, preeminencia de las islas con más habitantes… A veces las cosas malas parecen buenas y las buenas parecen malas. Yo te ayudaré y cuando me necesites, sílbame». Fernando Pinocho tiene opción a dos silbiditos para cambiar de compañeros de cama. Tengo serias dudas de que otros pactos sean posibles. Mientras, PP, ASG y CC seguirán cantando: «Y siempre tu conciencia mandará. Y siempre tu conciencia mandará».