¿Puede Canarias autoabastecerse? Bajo el modelo económico establecido no. Pero ni Canarias, ni España, ni Alemania, ni Estados Unidos pueden autoabastecer plenamente sus necesidades, de ahí la existencia e importancia de las relaciones comerciales entre países.
Los países que en la historia postmoderna han intentado autoabastecerse: la Alemania nazi, el régimen comunista de Corea del Norte o Albania y fracasaron. El último intento de crear una economía de autoabastecimiento en España (la autoarquía) fue en los años 40 y también fracasó. El régimen franquista impuso el Mando Económico de Canarias para intentarlo en el archipiélago del mismo modo que en el resto del Estado, pero acabó estrangulando la economía canaria con una de sus más míseras etapas y empujando a los canarios a la emigración clandestina. Entonces, ¿podría Canarias autoabastecerse?
El autoabastecimiento está un poco lejos de ser una realidad con éxito para cualquier país teniendo en cuenta el actual modelo de desarrollo. El autoabastecimiento se ha llegado a considerar necesario incluso imprescindible, pero está sobrestimado y lleno de muchas contradicciones, ya que la realidad es muy diferente a como a veces pensamos. Otro tema es si se puede ser autosuficiente en mayor o menor grado, o en algún subsector de la economía en concreto, lo cual es genial e interesante, pero la realidad global es otra. Para autoabastecer las necesidades de un país o región hacen falta recursos y los recursos, desafortunadamente, están distribuidos de una forma irregular por el planeta. En unas regiones hay un tipo de recursos y en otras hay otros. En unas zonas abundan los recursos y en otras escasean. Frente a regiones llenas de bosques y selvas y unos recursos hídricos abundantes, tenemos regiones áridas y desérticas donde encontrar una gota de agua es casi imposible. Sin embargo, en las regiones desérticas hay un potencial energético tremendo que no lo hay en otras. La conclusión es que, está fuera de alcance plantearse la cuestión de si un país o región pueda ser cien por cien autosuficiente teniendo en cuenta la distribución natural de los recursos a lo largo y ancho del planeta y el mundo globalizado e interconectado en que vivimos hoy en día.
Por lo tanto, en vez de si podemos o no autoabastecernos sería mucho más realista plantearnos si podemos simplemente abastecernos. Y para eso están las relaciones comerciales. Las relaciones comerciales son y han sido cruciales para el desarrollo de cualquier economía en cualquier lugar y sociedad, especialmente hoy en este mundo globalizado. Afortunadamente lo que básicamente se necesita para establecer relaciones comerciales son infraestructuras y política exterior. Canarias cuenta de sobra con la infraestructura; los puertos y aeropuertos canarios están entre los más rentables del Estado español y técnicamente cumplen su misión: conectar una población insular de 2 millones de habitantes con el resto del mundo. Si a esto añadimos que estamos en una posición geográfica ventajosa, pues Canarias está en medio de las principales rutas comerciales entre América, Europa y África, lo único que necesitamos es tener una política exterior soberana que nos permita decidir, de acorde a nuestros intereses, con quién y bajo qué formas vamos a comerciar.
Estableciendo nuestras propias políticas comerciales y teniendo acceso a los mercados internacionales, Canarias se abastecerá siempre. Tampoco sería la primera vez que lo hace. Durante la etapa de Puertos Francos y el comercio canario-americano estas islas tuvieron su época dorada a pesar de los intentos de la metrópoli por monopolizarlos y ahogarlos con absurdas cargas fiscales. España realmente temió perder Canarias cuando perdió todas sus colonias americanas y si algo diferenció la economía canaria de cualquier otra región de España fue su naturaleza abierta e internacional. Hoy como ayer, el canal del abastecimiento canario es tan largo y ancho como el océano mismo. Actualmente, la diversidad de proveedores y oferta de bienes y servicios es enorme. Canarias puede comprar bienes y servicios en mercados exteriores con precios más competitivos que terminarían beneficiando el bolsillo del consumidor.
Pero el desarrollo económico en Canarias parece que no es la prioridad porque el monopolio es un gran negocio para unos pocos. Con plenas libertades para llevar a cabo sus propias políticas comerciales, Canarias también podría romper la relación comercial negativa que tiene con España (el 78% de las importaciones canarias provienen de España) en la que solo se crea una excesiva y desequilibrada dependencia económica que sacrifica el libre desarrollo de Canarias a cambio de mantener el control económico, político y social sobre nosotros. Los resultados son claros: la explotación de nuestros recursos naturales (el atractivo turístico, el suelo, el mar…) la extracción de nuestras rentas a través del contribuyente y el consumidor canario y la creación de monopolios y mercados cautivos para el lucro de las grandes empresas españolas y mantener los intereses políticos y geoestratégicos en las Islas.
En definitiva, ¿puede Canarias autoabastecerse? No, pero es que tampoco es un obstáculo para dejar de ser una colonia, convertirse en un país soberano y construir su propio futuro.