Dice López Aguilar que el congreso de Coalición Canaria fue “irrelevante en sus contenidos”. Está en su derecho, sin embargo, su amigo Pepe Blanco piensa más bien lo contrario, pues afirma que “si el PP tuviera principios rompería inmediatamente la coalición de Gobierno”, a cuenta de las veleidades soberanistas de las irrelevantes ponencias del congreso coquero. Que conste que lo de llamar amigo de López Aguilar a Pepe Blanco lo digo como ironía, pues es de todos sabido el favor que le hizo el gallego al canario, desterrándolo a las colonias como castigo por su soberbia. También Dolores De Cospedal, la secretaria general del Partido Popular, ha salido rápidamente a atajar cualquier posibilidad de apoyo subrepticio al nacionalismo canario. Para ser irrelevante, no recuerdo pronunciamientos tan significados en anteriores congresos.
Pero volviendo al meollo del asunto, resulta evidente que si alguien ha perdido esta batalla –no sé si la guerra- ha sido Paulino Rivero, quien, junto con su teledirigido Stinga, ha visto como la militancia, además de las dirigencias de Gran Canaria, Fuerteventura, La Palma, El Hierro y Venezuela, le han dado una cachetada sin mano. No creo que ni el hecho de haberse convertido en el presidente de las RUP de turno –una especie de Sarkozy ultraperiférico, pero sin Carla Bruni ni poder alguno- le vaya a resarcir de tremenda derrota. Habrá que ir viendo qué pasos da Claudina Morales para recomponer una unidad que pueda ser considerada digna de tal nombre dentro de Coalición, para articular en una propuesta concreta eso de la “relación bilateral” con España, continuar las conversaciones con Nueva Canarias, resituar Coalición para marcar distancias con el PP en Madrid y en Canarias de cara a las elecciones, arreglar el desaguisado presupuestario en la medida de sus posibilidades, curarse de la soriasis aguda que atenaza a buena parte de Coalición,… Del Día de la Nación hablaremos en otro momento. Bastantes irrelevancias he tratado ya en esta entrada.