Aquí estoy, de nuevo,
y no quiero saber nada de paellas,
ni de toros,
ni de viejas tramposas tras las celosías,
ni de corujas que espíen por las noches
y menos de curvas sin fantasma.
Aquí estoy, bien firme,
con las manos manchadas de salvia,
trayendo las uñas con sabor a tierra
y el olor de quien escuchó la solución
en una partida de cartas, a las tantas,
jugando entre vinos y unos viejos.
Aquí estoy, no renovado,
soy el mismo y donde mismo
pero sin querer hacer lo mismo,
deseando buscar al culpable
que está de juez y de verdugo,
tintineándole el corazón
como cuando llevo alguna perra suelta
en el bolsillo.
Aquí estoy, de veras,
estoy.
Inspirando con fuerza
y contando hasta 7,
pero no ovejas,
sino arenas.
Fran Medina / Creando Canarias