No quería que se me pasara la oportunidad de comentar una noticia, con todo el lío de la mudanza a Tamaimos. Me refiero a la dimisión –aunque por razones administrativas se haya presentado como un cese- de Faustino García Márquez, director de la Agencia Canaria de Desarrollo Sostenible y Lucha contra el Cambio Climático. Quienes conocemos la trayectoria de García Márquez, padre de las Directrices, sabemos de la valía de este hombre progresista que, sin embargo, trabajaba para el gobierno de las derechas canaria y española. Seguramente lo haría confiado en su capacidad y armado con el optimismo de quienes creen que por la vía de la reforma algunos de los males mayores del enemigo se pueden contener. No seré yo quien lo ponga en duda, viendo como veo la pega desde la grada. Sin embargo, el proyecto de Ley de Medidas Urgentes ha sido demasiado, incluso para él. Todos tenemos derecho a equivocarnos. Sólo quería dejar aquí testimonio público de lo que considero que es una mala noticia para las islas. No andamos los canarios sobrados de personas del talento y la preparación de García Márquez. Ya sólo queda preguntarse, ¿quién va a cuidar ahora del Medio Ambiente en el mismo vientre de la bestia?