Hace no mucho tiempo retomé la lectura del Retrato del colonizado precedido por el retrato del colonizador, en una relectura para ir recogiendo cada vez más detalles que anteriormente se me pasaron por alto. Se trata, posiblemente, de la mejor obra a día de hoy sobre el estudio social del colonialismo tanto en el colonizador como el colonizado, hecha como algunos sabemos por el escritor tunecino Albert Memmi, que relató sus vivencias en su Túnez natal durante la etapa colonial francesa en su país, y que sin darse cuenta escribió un relato con el que diferentes pueblos del mundo aplastados por otros, que de una forma u otra, se vieron reflejados en esa realidad que trató.
El caso es que en ese mismo retrato muchos canarios que lo hemos leído nos vemos reflejados como el pueblo colonizado tunecino, en cuanto a las estructuras mentales de desarraigo a lo que tenemos y hemos creado, la amnesia cultural, los valores-refugio, la escuela «castrante» del colonizado, etc. Reforzando luego esa realidad con reconocernos ante el espejo como pueblo que somos en todos los sentidos ya sea conociendo de antemano de nuestra historia, nuestros rasgos culturales, sociales, el manejo de la política en canarias, la economía canaria histórica, los falsos derechos equitativos en la práctica, las fórmulas legales que favorecen la extracción de recursos producidos en Canarias a escaso costo… Para dar forma, finalmente, a nuestra identidad y nuestras reivindicaciones propias autocentradas en nuestro archipiélago.
Viendo todo esto, a dia de hoy me desangra por dentro ver a los pocos que se atreven a pensar en nuestras islas o que son medianamente críticos. Continúan teniendo la vista desviada hacia lo que es la centralidad, hacia España, y desviada casi por completo de Canarias. Me acuerdo de lo que comentó Domingo Hernández Peña, que nos creemos siempre chinijos e indefensos, buscamos continuamente desarraigarnos y perder todo apego con nuestra tierrita que nos sostiene sobre el Atlántico, esa misma tierra que nos impresiona en su relieve, sus olores, sus frutos, cuando tenemos oportunidad de probarlos antes de que venga un buque con alimentos importados desde Europa, nuestra gente, nuestro mar, nuestros bosques, nuestro sol, nuestras fiestas, el pelete de las cumbres… En definitiva buscamos vilmente matar con nuestra indiferencia a nuestra madre común de todos los canarios, nuestro archipiélago. Como decía Memmi esa visión de empequeñecimiento del colonizado no es natural, es provocada por una relación colonial que para legitimar la injusta condición se engrandece al colonizador y empequeñece al colonizado, para que incluso este último clame por querer ser parte de la metrópoli, algo que no tiene físicamente al alcance ni siquiera en su cultura y nos creemos que el otro territorio es muy grande, pero realmente no lo es y está mucho más allá del horizonte. Nos vemos siempre en un bucle de buscar la aceptación del amo y en dilucidar quién pone las perras ahora, en definitiva nos vemos navegando sin rumbo en un cuadrado imaginario que flota sin destino propio en el inmenso Atlántico.
Bueno y lo que acontece al título; pues yo les puedo decir con sinceridad que admiro que Podemos haya surgido, les diré el por qué. A día de hoy sabemos que los cánceres de este planeta se traducen en la dominación económica de mercado e imperialismo estadounidense, ampliado mediante las relaciones con la UE, con la OTAN en lo militar para atentar a cualquier pueblo que no quiera regalar sus recursos y el posible TTIP. El eje del mal mundial se concentra en los epicentros del imperio yankee-europeo, sin duda todo movimiento social y político reformista en cualquier lugar del mundo, y especialmente en el eje del mal, que cuestione el sistema económico imperante individualista y luche por uno más social es positivo. Ahora bien, Memmi dejó clarísimo en su retrato del colonizado la cuestión del colonizador de izquierda, que en definitiva cuando funda un partido político más tarde o más temprano deja de atraer a los colonizados por dos razones, porque su grupo no se ha originado en el seno de los colonizados ni es llevado hacia ellos, como deben ser los partidos de profunda expresión social. Comentaba más cosas como que su reivindicación anticolonial es muy aérea y poco concreta en bastantes ocasiones, no se quieren reconocer como los otros partidos colonizadores, pero les es imposible coincidir plenamente con las necesidades reales de los colonizados y dudan a veces conceder apoyo a algunas de sus reivindicaciones, no reconoce a veces bien en qué lugar están, viéndose en una realidad que no esperaban…
Fue leer todos estos enunciados y pensar en lo que leí hace no más allá, una gran simplonada como que nuestra bandera tricolor canaria es la «segunda madre», el caso Rosell y su elección poco clara, denuncian el TTIP y promueven defender el destructor REF, critican el uso de la RIC para empresariado canario, critican escasos contenidos canarios, antiguos militantes critican el centralismo de Podemos Canarias, critican la ley del suelo, son muy planos en un discurso de cambio social casi exclusivamente, el decir una cosa y luego otra en la matanza de cabras guanilas en Guguy… en resumen Podemos Canarias está desorientado, como dijo Memmi en su día sobre los partidos de los colonizadores de izquierda, cosas las hacen bien y otras tantas no. Recuerden que esta formación política surgió en España y está adaptado a las características propias de España, no a las de Canarias, no surgió en el seno de la sociedad canaria para solucionar nuestros problemas históricos y ni es orientada hacia nuestro sentir que llevamos dentro.
En su día Guillermo Ascanio lo dejó claro diciendo que «toda política de cambio o revolucionaria en el archipiélago habrá de cimentarse en que los problemas de nuestras islas, somos nosotros mismos quienes tenemos que resolverlos». Desgraciadamente como ya comenté en mi anterior artículo, se dieron distintos casos en nuestro pasado más reciente de errores que han propiciado la no creación de una confluencia seria de izquierda canaria transformadora y que llegue a nuestro pueblo. Esperamos que hoy con las distintas fuerzas que están surgiendo en lo local e insular se cree algo pronto serio que haya aprendido de los errores del pasado y tengamos de una vez futuro para nuestras islas, porque estemos concienciados o no, el futuro de Canarias está en nuestras manos.