(Viene de la primera parte)
3.- Marco institucional. Incidencia de las medidas del POSEI en la agricultura campesina o familiar en Canarias
Desde la entrada de Canarias en la Comunidad Europea, la producción local ha ido perdiendo espacio en el mercado, frente a las importaciones. Y además, como señalábamos, ha ido sufriendo un proceso de descampesinización, con la desaparición pronunciada del número de explotaciones y una mayor concentración de la producción en manos de una incipiente agroindustria en el mercado local.
En junio de 1991, entraba en vigor el POSEICAN, Programa de Opciones Específicas por la lejanía e insularidad de las Islas Canarias, programa que regula gran parte de las ayudas al sector agrario en las islas, en el marco de la Política Agraria Común (PAC) de la Comunidad europea. Actualmente Programa de Opciones Específicas de Alejamiento e Insularidad (POSEI).
El POSEI recoge tres capítulos, con una ficha financiera anual de un total de 268,4 millones de euros. Uno, que regula las ayudas al cultivo del plátano, con 141,1 millones de euros al año. Otro capítulo destinado a fomentar la producción local (agrícola y ganadera) con 60,38 millones de euros al año. Y un tercero, destinado a subvencionar la importación de productos agroalimentarios, el REA con 66,94 millones de euros al año.
Desde el año 2004 el reparto de la ficha financiera, entre los tres capítulos del POSEI es propuesto y aprobado por la Comunidad Autónoma, con el visto bueno de la Comisión europea.
REA (Régimen Específico de Abastecimiento) de productos alimenticios
El REA es un mecanismo que sustituye las restituciones a la exportación que recibían los exportadores de la comunidad europea (principalmente del Estado español) al comercializar sus producciones en las islas, antes de la integración en la Comunidad Europea en 1991.
Se establecen dos modalidades de ayudas dentro del REA: 1) Ayuda a la importación de productos de la Comunidad Europea. 2) Exoneración íntegra de los derechos de aduana para los productos importados de terceros países.
Ayudas del POSEI a la producción local de frutas y hortalizas y la figura de la OPFH. Una herramienta perversa para la producción local y campesina
Desde el establecimiento de las ayudas a la producción local de frutas y hortalizas, para acceder a las mismas, los agricultores deben estar integrados en una Organización de Productores de Frutas y Hortalizas. Si bien esta figura de Organización de Productores tiene su sentido en la agrupación de la producción de las islas y su comercialización en el exterior, como ocurre en el sector platanero, en el caso de la producción y comercialización local, consideramos que únicamente ha contribuido a la desaparición de las explotaciones agrarias familiares y la potenciación de sistemas de producción agroindustriales. Además de ser una herramienta que ha permitido a los operadores y centros de distribución comercial controlar el precio de compra al agricultor, siendo estos realmente (los operadores y centros de distribución), los beneficiados de las ayudas del POSEI a la producción hortofrutícola local.
Principales vías de comercialización y concentración comercial en Canarias
Junto con el marco institucional de ayudas al sector agrario, otro de los factores que ha influido en la inviabilidad económica de los sistemas agrarios campesinos en las islas ha sido la concentración del sector comercial minorista. El sector comercial de la alimentación en Canarias ha experimentado una profunda transformación. A partir de los años ochenta, se produce un cambio importante en la estructura comercial del archipiélago con la entrada de grandes grupos de distribución, grandes superficies y cadenas de supermercados. Así se produce una continuada concentración comercial, lo que ha provocado la pérdida de autonomía de las explotaciones agrícolas a la hora de comercializar su producción.
Después de exponer algunos elementos clave que determinan el desarrollo del sector agrario en las islas, podemos concluir en resumen que el marco de ayudas agrarias del POSEI, la Política Agraria Común (que permite la competencia bajo dumping en el mercado canario de alimentos producidos en el continente europeo) y una política del Gobierno autonómico favorecedora de sistemas agroindustriales de producción frente a sistemas campesinos, lejos de contribuir a avanzar en un marco de Soberanía Alimentaria para Canarias, han contribuido a la desaparición de la agricultura campesina en las islas, y todo lo que ello conlleva: pérdida de biodiversidad agrícola, pérdida de sostenibilidad ambiental, de cultura, de recapitalización económica y de seguridad alimentaria.
Sistema agroalimentario en Canarias y salud
Pero además, el impacto de las políticas desarrolladas no sólo ha sido negativo para la capacidad productiva del país, al establecer un marco institucional favorecedor de las importaciones y la agroindustria frente a la producción local y campesina, sino que ha repercutido en la salud de la población canaria. Así, el Dr. Benito Maceira, establece una relación directa entre el alto índice de diabetes del archipiélago, los índices de sobrepeso infantil y juvenil, el alto índice de enfermedades cardiovasculares y el tipo de alimentación favorecida por el REA, el marco institucional de la Política Agraria Común y el bajo nivel adquisitivo de la mayoría de la población.
4.- Políticas y espacios para la soberanía alimentaria en Canarias
Como se evidencia, el actual marco institucional en el que se desarrolla la producción agrícola en Canarias no es favorecedor de la producción campesina, única capaz de garantizar la soberanía alimentaria. Por ello, se debe exigir el desarrollo de políticas específicas para este tipo de producción diferentes de las que en la actualidad se establecen para el sector agrario en general:
– Construyendo soberanía desde lo local
Una de las acciones más efectivas para la construcción de espacios de soberanía alimentaria es la planificación y desarrollo de políticas municipales para la agricultura campesina, lo que incluye: la formación y asesoramiento agroecológico de las explotaciones existentes y la incorporación de nuevos agricultores y agricultoras. La creación de bolsas de suelo agrícola, que permitan la puesta en producción de las parcelas con interés agronómico y actualmente en abandono. Potenciar la creación de mercados municipales exclusivos de la producción local. Fomentar otros circuitos cortos de comercialización, aprovechando la infraestructura municipal y facilitando la creación de grupos de consumo. Establecer programas de alimentación y salud, a través de los comedores de los centros públicos, con la implicación de los consejos escolares y los centros de salud, municipales o comarcales.
– Políticas públicas, propias de agricultura campesina
Dos modelos agrícolas diferenciados, repetimos, requieren de políticas diferenciadas. El actual programa de ayudas a la agricultura en las islas y las políticas desarrolladas, tanto por las administraciones insulares como por el Gobierno de Canarias, han estado encaminadas a apoyar modelos agrícolas industriales en manos de grandes propietarios, tanto para la exportación como para el mercado local. Con ello, han dejado en el olvido los modelos familiares o campesinos de producción.
Es necesario plantear el diseño de políticas o programas específicos para el desarrollo de la agricultura campesina, la agroecología y la Soberanía Alimentaria. Y debe realizarse con el desarrollo de acciones concretas y específicas tanto en el POSEI como en los Programas de Desarrollo Rural.
No es posible una misma política agraria para modelos agrícolas diferenciados y en contradicción, si realmente consideramos necesario que Canarias transite el camino de la Soberanía alimentaria, camino que a día de hoy nos queda lejos.
Eduardo J. Pérez Hernández / Creando Canarias