Malaika Nguebla recorrió centros educativos de secundaria, universitarios, de adultos, escuelas de idiomas y centros sociales, en una intensa actividad en Canarias promovida por la Red Educativa sin Fronteras que agrupa a enseñantes, padres y alumnado de Senegal, Haití, Gabón, Sáhara y Canarias.
El relato fue crítico, incisivo, emotivo en ocasiones, siempre potente, clarificador y luminoso. Destaca la valentía de Makaila tras ser expulsado de su país, Tchad, luego de Senegal por presiones del gobierno de Idriss Deby para llegar a Guinea Conakry, lugar donde sicarios han asesinado a diversos periodistas tras ser expulsados hacia ese país. Una campaña de presión internacional logró sacarlo de Conakry y ser acogido por Francia, donde reside en la actualidad.
La situación en Tchad, bajo el férreo gobierno de Idriss Deby (ocupa su cargo desde 1990) ha sido el tema central de sus intervenciones que aportaron vídeos, sus vivencias y reflexiones, y la posibilidad a las personas asistentes para establecer un coloquio con el periodista. La represión en su país, hasta de los más mínimos movimientos de protesta, el acuerdo entre gobiernos para acallar las voces discrepantes, las cloacas de la política africana y la acción de organismos internacionales, se fueron desgranando de forma fluida en el verbo de Makaila, que contribuye a abrir los ojos ante una realidad, la africana continental, que tantas veces nos es ajena.
Periodistas y blogueros como Malaika desarrollan su trabajo militante en condiciones difíciles poniendo en riesgo sus vidas ante la general invisibilidad internacional. Su caso pudo ser conocido gracias a la solidaridad internacional de colectivos y particulares gracias a la cual pudo salvar su vida. Los mejores deseos para Makaila y a la lucha por los Derechos Humanos en África.