Las lluvias del pasado viernes desbordaron las previsiones. La alerta se antoja que llegó tarde. Según cuentan los metereólogos, era una borrasca cuya trayectoria era difícil de prever. Los destrozos más importantes tuvieron lugar en Gran Canaria, en concreto en la zona nordeste, con gran incidencia en Telde, municipio más afectado de todo el Archipiélago. Tras los destrozos, entre los que solo hubo que lamentar, por suerte, daños materiales, llegan los balances y la visita de los políticos. Dice Carlos Sosa en su «Top Secret» que “la casta no es solo una procedencia, una pertenencia a un grupo humano concreto. Es, sobre todo, una actitud, un proceder. Cuando los partidos emergentes señalan como ‘casta’ a la vieja política española se refieren a esos comportamientos viejunos, decadentes, con los que los caducos dirigentes adornan sus actos en la errónea convicción de que con tales filigranas obtienen mayor protagonismo orgánico y mayor conocimiento y respaldo ciudadanos”. La «vieja política» usó Telde para hacer campaña. Unos con ropa informal y otros con paraguas de Audi, todos demostraron que se mueven bien en el lodo de las campañas electorales.
Esta misma semana el presidente español Mariano Rajoy convocó oficialmente Elecciones Generales para el próximo 20 de diciembre. Llegan balances, golpes en el pecho, alternativas y simulación de preocupaciones por cuestiones que antes no se prestaba atención. En ese fango se mueve como pez en el agua la llamada «vieja política». Y ese barro fue el que pisó el lunes Pedro Sánchez en Telde. Con un look claramente décontracté que dirían los franceses, al gusto progre, Pedro manchó sus zapatos observando los daños. Pidió a Rajoy no escatimar recursos para hacer frente a los destrozos ocasionados y solicitó que se tomen medidas desde este viernes en el Consejo de Ministros. Se desplazó con urgencia, según declaró, porque era «el momento». Claro, estaba empezando la campaña electoral. ¿Hubiera visitado Sánchez zonas afectadas en Canarias, con «lo lejos que estamos», si no fuera esta época? El nicho de votos estaba claro.
El Secretario General del PSOE afirmó que su presencia en Telde tenía como razón de ser “expresar la solidaridad del PSOE” y “estar con los vecinos que se vieron afectados por el fenómeno meteorológico”. Estuvo en Jinámar, en un bloque de viviendas que están en peligro por corrimiento de tierras y en el Colegio Público Europa, que se encuentra cerrado por los daños. Luego fue a La Garita para visitar la costa. En medio, muchas fotos, muchos selfies y bastante de campaña electoral. Claro que era el momento Pedro, el momento de pedir el voto. Ni él ni sus afines han podido disimular el autobombo en Twitter.
Es momento de estar donde está la gente que sufre. Espero de Rajoy una respuesta inmediata para #Canarias. pic.twitter.com/LKBfyrfmG4
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) octubre 26, 2015
Los 300 alumnos del Colegio Europa han tenido que acudir al Colegio Néstor Álamo, en espera de los arreglos de su centro. La abuela de una de las alumnas aprovechó la visita de Pedro Sánchez para recordarle que «no solo venga a prometer. Yo lo que quiero es que lo que prometa se convierta en hechos. Lo único que queremos ahora es que nos arreglen el colegio. El Europa es muchísimo más que un colegio, es la casa de todo el Valle de Jinámar, de Marzagán y del pueblo de Jinámar. Ya una vez nos quisieron cerrar el colegio, nos movilizamos y lo impedimos». En términos similares, aunque más comedidos, se expresó la alcaldesa de Telde Carmen Hernández. Hernández solicitó el “compromiso de todas las administraciones” y que “las visitas no se queden solo en visitas”, en clara referencia a los paseos de políticos como Pedro Sánchez por Telde.
El mismo lunes estuvo también en Telde el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo. Tomó café con la alcaldesa y el presidente del Cabildo de Gran Canaria, y recorrió La Garita acompañado de sus fieles escuderos Fernando Bañolas y Pablo Rodríguez. Recordar que Pablo Rodríguez es candidato de Coalición Canaria al Congreso de los Diputados por la provincia de Las Palmas. Algunos selfies hubieron, el teldense es aficionado al culto de su personalidad, pero fueron menos cuantiosos que los del forastero Pedro Sánchez. Para la próxima sería mejor que copiaran el look informal del ex consejero de Caja Madrid y dejaran en la percha la americana.
Pero el que se adelantó a todos, el primero en visitar las zonas afectadas, fue José Manuel Soria. No debería sorprender, Soria fue nombrado hijo predilecto de Telde contra viento y marea por la anterior alcaldesa. Teniendo esto en cuenta, sea campaña electoral o no sea, se espera que el Ministro tire para su municipio natal. Sin embargo lo primero que hizo fue poner pegas. Dice Soria que ya no existe la declaración de zona catastrófica desde 2005, sino medidas adoptadas por el Consejo de Ministros. Suena a limosna, a dinero prestado gracias a la generosidad del Partido Popular, el mismo que tanto ha hecho por Canarias durante estos cuatro años. Ya verán, si se aprueban las ayudas, lo dibujarán como una dádiva del PP a Canarias y desde luego lo usarán para hacer campaña electoral. Claro que el Ministro estaba bien cobijado por su paraguas de Audi y eso hace ver las cosas de manera distinta.
Antonio Morales le recordó que Aranjuez o Gandía han solicitado en los últimos días estas ayudas, llamen como se llamen. El presidente del Cabildo de Gran Canaria ha cuantificado los daños en unos 20 millones de euros, 8 de ellos en Telde, según la tasación parcial que había elaborado el Ayuntamiento de Telde. Ayer la alcaldesa presentaba una estimación más precisa en la que el coste de los daños se elevó a más de 21 millones de euros. Más allá de cifras, tanto Hernández como Morales han coincidido en señalar la gravedad de la situación. Menos campaña electoral, menos postureo, menos selfies, menos décontracté, menos paraguas de Audi con tamaño de sombrillas y más medidas efectivas. Becquer, si hubiera conocido el lenguaje popularizado por Podemos, lo escribiría así: «¿Qué es vieja política?, dices mientras clavas en mí pupila tu pupila. ¿Que es vieja política? ¿Y tú me lo preguntas? Vieja política… eres tú».