
Hace unas semanas los periódicos canarios informaban de que 30.000 canarios habían sido descubiertos como usuarios de la red social Ashley Madison, una plataforma para establecer relaciones extramatrimoniales. El hallazgo se había suscitado tras el ataque pirático contra el portal. Esos 30.000 canarios es posible que se fijaran en la política canaria para su apertura ante los adulterios. La estabilidad emocional de los pactos en Canarias pende de un hilo. El adulterio, la traición, los amantes en los roperos son comunes. Uno llega a pensar que ellos también están suscritos al portal Ashley Madison. Sus saltos de cama, su política de yenka (izquierda, derecha, nacionalismo español, nacionalismo canario) son todo una oda a la infidelidad. Ahora entran en escena nuevos amantes, nuevas situaciones, que aunque parecen sencillas son difíciles de explicar. Por eso, «te le voy a decir cantando», te lo voy a decir con boleros porque sé que de otro modo no me expreso. Atentos, porque no es fácil.
«Te vas porque yo quiero que te vayas, a la hora que yo quiera te detengo, yo sé que mi cariño te hace falta porque quieras o no, yo soy tu dueño». Así de posesivo se puso Coalición Canaria cuando el PP abandonó el gobierno, allá por el año 2010. Empezaron los acercamientos de Coalición Canaria y PSOE. El Ejecutivo entonces presidido por Coalición Canaria le dijo al PSOE «si tú me dices ven lo dejo todo». «Si tú me dices ven, todo cambiará si tú me dices ven, habrá felicidad». Coalición Canaria es un amante complaciente. Su misma relación surgió de una orgía. Ahora manda el machista ATI sobre todos los demás. Su complacencia atrajo al PSOE de José Miguel Pérez para formar gobierno en 2011. «Ansiedad, de tenerte en mis brazos musitando palabras de amor» cantaban desde el PSOE canario con el acento de Nat King Cole. La ansiedad se cumplió y no se sabe si primero fue el huevo o la gallina, pero la relación fructificó.
El matrimonio parecía sólido. La cama ardía cada noche, sobre todo cuando se trataba de cumplir con el déficit autonómico. «Yo te necesito como el aire que respiro como huella en el camino como arena al coral, te necesito, como el cielo a las estrellas y el invierno al frío». El socio de gobierno de Coalición Canaria repetía una y otra vez «Y procuro saber, que te esperas de mí lo que pidas te doy, para hacerte feliz pero yo, no puedo vivir, separado de ti, eres tú la ideal, somos tal para cual». Parecía una relación sólida y estable, nada hacía presagiar la crisis. Pero llegó… Clavijo, el candidato predilecto del Partido Popular, el antiPaulino ganó las Primarias. En el PP ya cantaban a dúo con una parte de ATI «Y volver volver, volver a tus brazos otra vez, llegaré hasta donde estés, yo sé perder, yo sé perder, quiero volver, volver, volver». El objetivo estaba claro: sumar entre los dos 31 escaños para volver.
En el PSOE se adivinaba el despecho y empezaron a entonar aquello de «Tanto tiempo disfrutamos de este amor (4 años), nuestras almas se acercaron tanto así que yo guardo tu sabor pero tú llevas también, sabor a mí». Llegaron las elecciones con las cartas marcadas. El PSOE estaba despechado en busca de un nuevo amor. Coalición Canaria y PP no sumaron 31, por lo que Coalición empezó a buscar nuevas amantes. «¿Quieres volver conmigo?» le dijo Clavijo al PSOE. Patricia Hernández, nueva candidata del PSC contestó: «Hace falta que te diga que me muero por tener algo contigo es que no te has dado cuenta de lo mucho que me cuesta ser tu amiga ya no puedo acercarme a tu boca sin deseártela de una manera loca necesito controlar tu vida saber quien te besa y quien te abriga». El PP sin sentirlo cantó «Que seas feliz, feliz, feliz es todo lo que pido en nuestra despedida». Añadió algo que dejó pensativo al amoroso Clavijo: «Siempre podrás contar conmigo no importa donde estés al fin que ya lo ves quedamos como amigos». Patricia se mosqueó cuando meses después, tras un encuentro con Soria, Clavijo vino cantando «En vez de despedirnos con reproche y con llantos yo que te quise tanto quiero que seas feliz, feliz, feliz».
Si el panorama no estaba revuelto surgió la figura de Nueva Canarias. En 2011 fue con Coalición Canaria a las Elecciones Generales para garantizar «la voz de Canarias en Madrid». La relación ha sido un poco sui generis, pero ha habido amor, aunque fuera extraño. «Me quitarán de quererte llorona, pero de olvidarte nunca», se escucha a los diputados nacionalistas en Madrid ante la incapacidad de unir nacionalismo a progresismo. «Un simple nacionalismo geográfico»… Entonces Nueva Canarias voló sola y consiguió un número excelente de votos en 2015 en la isla de Gran Canaria. Cuando llegan las Generales le camela el PSOE con amorosas palabras: «Contigo aprendí a ver la importancia de la voz canaria en Madrid. Contigo aprendí que tus votos en Gran Canaria no los cambio por ningunos. Aprendí que el progresismo vale más que el nacionalismo que puedo ver más allá de Madrid mismo…» La letra la adaptó, pero porque Nueva Canarias parece una piba difícil.
Sin embargo se puso fácil, pero establecerá, se intuye, ciertas condiciones. Román Rodríguez se disfrazó de José Feliciano y susurró al oído de Patricia «Si me comprendieras, si me conocieras, ¡qué feliz sería!». Nueva Canarias ya ha tenido cortejos con Podemos, sobre todo ante las Europeas, cuando le dedicó aquello de «Muñequita linda de cabellos de oro de dientes de perla labios de rubí. Dime si me quieres como yo te adoro si de mí te acuerdas como yo de ti». La muñeca fue menos muñeca para ser más bruja en las negociaciones para el pacto en el Cabildo de Gran Canaria. Mientras tanto, en el lado derecho de la cama, Clavijo, herido en su corazón nacionalista, cantaba «Ya me canso de llorar y no amanece. Ya no sé si maldecirte o por ti llorar. Tengo miedo de buscarte y no encontrarte, donde me aseguran mis amigos que te vas». Pero ya por entonces Nueva Canarias estaba en el lado izquierda de la cama, en el ropero de Patricia.
En el lado derecho de la cama se escucha al PP cantar aquello de «Si no estás conmigo nada importa. El vivir sin verte es morir». Clavijo está hecho un lío: se acuesta con el PSOE, le susurra desde su lado del ropero el PP, pero desde el ropero izquierdo le duele que Nueva Canarias quiera ser amante de su mujer, el PSOE. Todos le cantan «Si no me quieres, sigamos como amigos, yo soy sincero y te sabré perdonar». El despecho en el lado del PSOE le ha hecho fijarse en una amante más joven, menos usada que Coalición Canaria. La deseada Nueva Canarias parecía que la iba a rechazar, pero le cantó aquello de «Es que te has convertido en parte de mi alma ya nada me conforma si no estás tú también. Más allá de tus labios, del sol y las estrellas contigo en la distancia amada mía estoy». En la distancia, ellos desde Madrid y Nueva Canarias desde Canarias. Ahora sí que el panorama parece realmente propio de una película de Fellini. Algunos se tapan la nariz desde dentro. Todos tararean la canción de Rafaela Carrá: «Y se encuentra una mujer (qué dolor, qué dolor) dentro de un armario (qué dolor, qué dolor)»…