Nos vendieron la moto del
I° Campeonato Internacional de Puntales. Se nos promocionó como una gran moto de siete y medio y solo era un vespino.
En primer lugar voy a la parte positiva, para mí de este espectáculo; el reconocimiento a un gran luchador como fue Carmelo Guillen (merecidísimo). Me gustan las agarradas de minuto y medio sin interrupción, las amonestaciones de quince en quince segundos o la posibilidad de ver en video el desenlace de una caída en el momento de la reclamación.
Ahora lo negativo, siempre bajo mi óptica que no tiene que coincidir con nadie; nos vendieron a los coreanos como grandes campeones en su estilo (lucha Ssirum). No pongo en duda en ningún momento la profesionalidad de esos grandes deportistas, es más, mi total respeto hacia ellos, pero no sé si sabían que solo competirían al estilo canario, digo esto por lo que pude ver anoche en la tele. Parece que solo les enseñaron a colocarse en la posición de Lucha Canaria y a resistir el ataque de los nuestros, solo vi dos intentos de cango y mucha mano suelta a la espalda. Creo que vinieron muy mal preparados técnicamente. Me consta que nuestros luchadores siempre se les han preparado técnicamente cuando han luchado el estilo Ssirum y en confrontaciones pasadas lo hemos visto, pero mi sensación es que les trajeron sin hacer muy bien los deberes.
De la Tele Canaria mejor ni hablar, pues daría para varios folios. Vergüenza siento que lleve el nombre de Canarias. No me gusta el espectáculo de luz y sonido, no encaja con nuestra forma de ser, americanismos los justos. No me cambien eso por nuestro espectáculo, donde existe un equipo, donde se apoyan unos a otros, donde un mandador juega su estrategia, donde cuando uno de ellos cae pone en manos de sus compañeros su esperanza de triunfo, donde el vencedor levanta al vencido y solo celebra la victoria después de dársele por ganador, donde el árbitro hace su trabajo sin tener que oírlo, donde dos hermanos no se enfrentan respetando tradiciones, donde la lucha es cultura, legado que nos dejaron nuestros antepasados.
Estoy porque nuestra lucha sea reconocida mundialmente pero no así, no somos así, véndanos como somos como pueblo que tiene raíces e historia, que nuestros lazos culturales se respeten, no tenemos que cambiar, sí mejorar. Recordar siempre que esos deportistas que nos visitan traen su cultura ancestral de siglos de existencia, ¿por qué no podemos ser iguales?
Por favor no me cambien por intereses ocultos y mercantilistas, no me cambien mi pueblo ni su forma de ser, no cambien nuestros Campeonatos por Pesos y Categorías (ya no se celebran) por espectáculos ajenos a nosotros, no me cambien mis encuentros entre selecciones (ya no se celebran), no me cambien mi Lucha Canaria.