Cuando enfilé el Largo de Camoes, la presencia de un tanque en plena rúa hizo que me sobresaltara. Era 1997 y no estaba uno acostumbrado a encontrarse semejantes vehículos en una capital como Lisboa. En seguida até cabos. Al día siguiente era 25 de Abril y los portugueses habían decidido sacar los tanques a la calle. Otra vez. Mientras en Canarias no pocos jóvenes habían sido encarcelados por negarse a cumplir el servicio militar obligatorio, el Ejército en Portugal seguía siendo una institución de prestigio y con altísimos niveles de apoyo popular. No lejos de mi residencia, adornada con una hoz y martillo gigantes, metálica y atornillada a la pared, una pintada anunciaba el saludo de los comunistas de la Marina mercante al no sé cuántos Congreso del Partido Comunista de Portugal. Asistí al mitin-fiesta del 75º aniversario del PCP. Resultó ser un viaje en el tiempo. El país que conocí parecía, en buena medida, no haberse enterado aún de la caída del muro. Los murales y carteles de apoyo a Albania eran comunes. Enver Hoxha parecía gozar aún de cierto predicamento en alguna izquierda. Recalé un día, casi de casualidad, en As Sextas do PCP, unos debates que organizaba el Sector Intelectual del PCP de mi barrio, Alcántara, no lejos del Puente 25 de Abril. Allí estaba Álvaro Cunhal, que era ya un señor muy mayor, incapaz de hacer ningún análisis para el presente ni para el futuro y que se limitaba a relatar anécdotas desmemoriadamente. A su lado, un periodista declaraba en voz alta que él no sabía lo que era la clase obrera. Cunhal, que probablemente no se enteró, atacó con otra anécdota en la que su padre le enseñaba a manejar el torno siendo él un niño. Una izquierda languidecía y otra pugnaba por nacer. Fuera, en el extranjero, desde unas islas poco conocidas, José Saramago ejercía de faro intelectual, aunque no fue poca la gente que lo tildaba de estalinista y cosas peores tras su paso por el Diario de Noticias. Y que en un país cuya izquierda desfilaba con carteles de Marx, Engels y Hoxha te llamen estalinista es cosa seria.
