
En la historia del Club de Lucha Los Guanches tendríamos que acordarnos de tantos y tantos luchadores, directivos, hombres que han dejado su impronta sin pedir nada a cambio. Luchando y trabajando para que este club sea grande, y llevar su colores plasmados en sus corazones.
Uno de estos hombres es Francisco Hernández Águeda, con más de medio siglo de su vida como directivo y casi veinte años de presidente, Francisco uno de los grandes fuera del terrero. Palmero de nacimiento, un canarión de adopción, duro como la roca que extraía de la tierra, que después de esculpir parece frágil cristal. La vida es injusta a veces con quien tanto lucha por ofrecer lo mejor que lleva dentro. Francisco lleva dentro un corazón que no le cabe en su pecho, por eso lo compartía con todos, y ahora somos nosotros los que le tenemos que devolver parte de ese corazón que compartía.
Tenemos que estar con él en ese homenaje y hacerle ver que quien tanto dio, mucho recibe. Ánimo Paco y pa”lante.