Batata News. Jesús Hernández, trabajador municipal del Ayuntamiento de El Rosario, fue obligado a dimitir en el día de ayer por una carta del año 1990 y que encontró entre su correspondencia un compañero. El hallazgo se produjo el domingo, día en que Hernández invitó a este compañero y su esposa a una chuletada. Ante la gravedad de las palabras, su amigo, apodado «el gaviota», puso la carta en conocimiento del Coordinador de Limpieza Municipal. En ella escribía a un amigo de La Gomera, compañero en un campamento con el que hizo amistad, sobre la difícil situación laboral de aquel momento. La carta remitida a Silverio Martínez, decía:
«Lo que pasa, Silverio, es que aquí no hay trabajo. He ido a buscar al sur pero no me llaman, lo he intentado en Santa Cruz y La Laguna y tampoco. La situación es una auténtica basura, nada más que ofrecen contratos temporales. Me dijo un amigo que me presentara a una convocatoria pública para el Servicio de Limpieza, aquí en El Rosario. A ver si me sale».
Lo que ha molestado a los directivos de Urbaser, empresa concesionaria de los Servicios de Limpieza, es la palabra «basura» usada como término despectivo. Dice Patricio Rodríguez, consejero delegado de Urbaser, que «hemos enseñado a nuestros empleados a valorar la basura como sustento de nuestro trabajo. Además ahora con el reciclaje, los residuos que recogemos sirven para reutilizarlos en otras funciones. La expresión de nuestro trabajador Jesús Hernández en el que le asigna un rol negativo a la palabra ‘basura’ es un insulto para la empresa, para sus compañeros, para el mecanismo de reciclaje y para él mismo. Le invitamos a dimitir y él presento el cese de sus actividades laborales con Urbaser».
Jesús Hernández atendió a Batata News. Pidió disculpas por sus declaraciones pero dice que no quiso ofender a nadie. «La basura ha sido el sustento de mi trabajo durante más de 20 años. Antes tenía una opinión muy distorsionada de la palabra y del concepto. En ese momento tenía 22 años y no sabía lo que decía. Estaba desesperado entre trabajo temporal y trabajo temporal, no había demasiado empleo. Hoy diría que la situación es desesperante, pero nunca una basura», se defendió Hernández.
Por otra parte, un funcionario de otro municipio canario está en la cuerda floja porque un antiguo compañero de Instituto guarda un papel en el que le dice «mariquita», escrito de su puño y letra en el año 1987. Dicho funcionario estuvo el pasado viernes en el Pregón de la Semana del Orgullo Gay de Las Palmas de Gran Canaria, una auténtica incongruencia. Se espera que se le pida explicaciones esta misma semana y presente su dimisión, previa petición de disculpas a la Comunidad LGTB. Seguiremos informando.