Acostumbrados como estamos al guineo de “a la cola de…” y al “lo que no pase aquí…”, corremos el riesgo de no darnos cuenta de que por fin la alegría se instala en Canarias.
Anoche ascendió a primera división la UD Las Palmas. Uno puede no ser futbolero, pero lo que no puede es sustraerse a la trascendencia social del fenómeno y a la ilusión y la dicha que motivó el logro entre la gente. Miles se echaron a la calle a festejar el ascenso, y muchos nos emocionamos al recordar tardes pasadas en el Insular con seres queridos para los que este club era mucho más que un simple equipo de fútbol. Era la constatación más palpable de que nosotros, los canarios, también podemos estar ahí, competir con los mejores e incluso superarlos.
Pero es que la tremenda alegría del fútbol parece haberse alimentado de la electricidad que hay en el aire desde las recientes elecciones, que nos trajeron, esta vez sí, la alegría de ver ascender a la política a personas y concepciones que auguran el inicio de un verdadero cambio en profundidad. Ahí tenemos los resultados de una fuerza como Somos Lanzarote en la Isla de los Volcanes, o el vuelco en el Ayuntamiento de Las Palmas, o la lección de democracia y dignidad que dieron nuestra colaboradora Yaiza Afonso en la constitución del Ayuntamiento de Santa Cruz, y Paqui Rivero en la del Cabildo de Tenerife.
Mención aparte merece la toma de posesión de Antonio Morales como presidente del Cabildo de Gran Canaria. Que en estos tiempos de descrédito total y absoluto de la política, de desapego y directo rechazo hacia la representación pública; que en estos días de conchabos y corrupciones sin tino un gentío vaya a esperar al nuevo presidente para aclamarlo y levantarlo a hombros es señal inequívoca de que algo muy profundo está cambiando. No ya en las instituciones: la alegría, la ilusión, esos ingredientes esenciales para progresar, para vencer al derrotismo, están en el aire, se palpan por todos lados.
La UD está en primera. La política ahora también. ¡Qué gusto poder decir que, ahora sí, tenemos lo que nos merecemos!