“Una idea largamente acariciada”. Así califican los miembros de Tamaimos su iniciativa de repartir carnets de canariedad. En declaraciones a Batata News, Josemi Martín afirmó que “en principio será un plan modesto mediante el cual instalaremos sendos puestos en la calle Triana y en la calle Castillo, de Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife, respectivamente. Prevemos repartir entre cien mil y doscientos mil carnets de canariedad siempre y cuando los candidatos contesten correctamente a al menos ocho de las diez preguntas que tenemos previstas. Más adelante, se instalarán mesas en todas las islas, capitales y pueblos de nuestro país.”
Para el miembro de Tamaimos, “hace tiempo que veníamos pensando en la necesidad de un plan así pero no estaba claro quién debía llevarlo a cabo. Los de la Academia Canaria de la Lengua nos parecen en general unos chicos bastante ingenuos y poco formados; los políticos, menos todavía. A Juan Manuel García Ramos no lo entendemos ni nosotros. Pensamos también en prohombres de nuestra cultura pero, en general, nos resultan bastante flojitos por el lado nacionalista, así que nos animamos nosotros mismos a hacerlo, porque, ¿quién mejor que nosotros para cargar contra la gente por su escasa canariedad?”
Indagando acerca del carácter de las preguntas, Martín añade: “Las preguntas no son difíciles. Cualquier persona que haya pasado al menos veinte o veinticinco años inmerso en la cultura canaria, sin hacer prácticamente otra cosa, no tendrá problema en responderlas. Por ejemplo, ¿qué especie de culantrillo apareció durante las excavaciones del Convento de San Francisco en Las Palmas de Gran Canaria? O, ¿qué número de pie calzaba la traidora Iballa? También de carácter más histórico-archipielágico como a cuánto asciende en maravedíes la deuda histórica de España con Canarias o quién pagaba las copas en la Tertulia de Nava. Como ven, son casi preguntas anecdóticas, que no hay ni que prepararse. Es verdad que no aparecen ni en el Natura y Cultura ni en Psicología del hombre canario, nuestros dos libros de cabecera -bueno, nuestros dos libros- pero, a nuestro juicio, responderlas correctamente demostraría un interés suficiente por la canariedad como para ser portador de este carnet”.
Al parecer, los miembros de Tamaimos ya habrían negociado toda una serie de ventajas a muchos niveles para los poseedores de estos carnets de canariedad. “La principal ventaja es, sin duda, la de que pase lo que pase con el nacionalismo canario, por ejemplo, una hipotética mayoría absoluta de Coalición Canaria y Nueva Canarias, estas personas no serán expulsadas de las islas, algo que no garantizamos que no pueda suceder con el resto. Ya veremos cómo queda todo esto tras las generales. Las cosas como son: aquí no podemos estar dando cobijo a cuatro tollos sin el más mínimo nivel de canariedad. Estamos hablando de gente que no es capaz de recitar de memoria a Poggio Monteverde mientras baila la juyona. ¡Fíjense ustedes!¡No se quieren integrar! Después también habrá una serie de descuentos en los hoteles de Lopesan y tal vez, cuando la Policía Canaria asuma las competencias de Tráfico, hasta algunos puntos más en el carnet de conducir”.
A la pregunta de Batata News acerca del destino reservado para los restantes canarios, aproximadamente un millón ochocientos mil, que no podrían hacerse con el carnet en esta primera fase, Martín respondió así: “Está todo pensado. En un principio quedarían en un limbo del que habrían de ir saliendo en futuras convocatorias de la prueba. Si, pasadas tres eliminatorias, siguen sin acertar ocho de las diez preguntas planteadas, estos canarios pasarían a integrar la categoría “tollo integral” o “agodado”, dependiendo del tipo de fallos, que es la única categoría que es todavía peor que la de “godo gediondo”, a la cual se asimilarían los “vosotristas”, así como “asistentes/participantes de la Feria de Abril en cualquier municipio canario”. Sólo queda por decidir qué hacer con los «ciudadanos del mundo», aunque creo que finalmente los agruparemos en el «cagalitroso team», así medio en inglés para que lo entiendan. De esta manera, toda la sociedad canaria, en un plazo máximo de dos años, quedaría clasificada en base a sus distintos niveles de canariedad, algo que sin duda redundará en beneficio de todos”.
En Batata News nos comprometemos a informar acerca de la instalación de las mesas así como de posibles cursos de formación que impartan las universidades canarias con el fin de pasar este examen tan necesario si uno quiere vivir en Canarias en las próximas décadas.