
Quince años después del nacimiento de la Radiotelevisión Canaria apenas se oyen ya voces pidiendo su cierre. Los periodistas que lo pedían participan ahora en sus debates y los políticos que la consideraban un despilfarro se dejan ahora entrevistar en sus platós. La RTVC es ya una realidad que está aquí para quedarse. Le pese a quien le pese.
Tras siete años de Guillermo García como director hay signos esperanzadores que apuntan a una nueva etapa. Para empezar Santiago Negrín, nuevo presidente del Consejo Rector, ha sido nombrado por el parlamento, y no por el gobierno. Es la primera vez que esto ocurre. Aunque en el Consejo Rector sólo está representado el tripartito CC-PP-PSOE, su mera existencia es un paso adelante en la búsqueda de transparencia en el ente público.
Con la experiencia de RTVC estamos aprendiendo todos: periodistas, clase política, interlocutores sociales y ciudadanos de a pie. Hace 15 años no existía ni un solo medio de comunicación canario que se pudiera ver o escuchar en las ocho islas. Ahora sí.
La Radiotelevisión Canaria está llamada a realizar una labor importante en nuestro país. Un ejemplo de ello es la promoción y dignificación de nuestro habla. Muchos canarios no están acostumbrados a escuchar hablar canario en contextos públicos formales. Esta posibilidad que ofrece RTVC de vernos y oírnos cotidianamente es algo muy nuevo. Quince años es poco tiempo si de cambiar mentalidades y de superar prejuicios hablamos.
La cobertura de la campaña electoral de las elecciones municipales y autonómica ha sido un ejemplo de buena cobertura informativa sobre asuntos y ámbitos que nos interesan a los canarios. Esperemos que sea un buen augurio sobre la calidad de la programación en este nuevo ciclo. En la etapa anterior, plagada de sucesos, cantantes de escala en hifi y programas de humor que basan sus sketches en denigrar el habla canaria, muchos éramos los que pensábamos que un importante recurso público estaba siendo utilizado como herramienta política del tandem Rivero – García. Algo intolerable en una sociedad democrática.
RTVC está llamada a ser plataforma de promoción de la investigación e innovación hechas en nuestro país. Debe servir, además, de manera mucho más decidida como plataforma de producción y difusión de la música y el cine canarios.
Uso generalizado y defensa del habla canaria. Promoción y difusión de la investigación, la innovación y la creación hechas en Canarias. Profundización del control democrático del ente. He aquí tres ideas que planteo para el debate con la intención de que un medio como la RTVC, que está llamado a desempeñar un papel muy importante en la autoimagen que los canarios tenemos de nosotros mismos, se convierta en el medio de referencia de la sociedad canaria.