Batata News. El Catedrático de Psicología de la Universidad de La Laguna, Dionisio Ramírez, presentó ayer su nuevo proyecto de publicidad electoral en el Salón de Grados del recinto universitario. En un trabajo para un partido político, el psicólogo lleva cuatro años estudiando las posibilidades para introducir publicidad electoral cuando los individuos están en la fase REM del sueño. Las investigaciones han surtido efecto y Ramírez consiguió introducir la propaganda en el subconsciente del individuo.
Dice Ramírez que el proceso de hipnosis permite enajenar al ser humano y es en ese momento que la mente es más propicia para introducir información interesada. La hipnosis puede ser inducida y permanente. Por eso se han multiplicado los grandes partidos y su promoción, se han duplicado las horas de telebasura y desde el mismo gobierno se ha iniciado una campaña de «alfabetización política», mediante la cual el individuo cree en el cambio que nunca llega. Toda esa información, revuelta en el hipotálamo, crea una mezcla explosiva, que en 2015 tendría, por medios naturales, que generar un cambio. Pero la mezcla del fútbol, la telebasura y los sueños políticos se desvanecen con contrapropaganda e introducción de publicidad electoral en la fase REM del sueño, concretamente a través de un procesamiento off-line. El ser humano convencido de darle la vuelta a la tortilla, toma actitudes conservadoras por la inserción de la publicidad electoral en los sueños, porque tal mezcla de información le hace llegar al punto de partida.
El psicólogo canario también explicó la forma en la que se aparece la publicidad electoral. El sujeto, que duerme placenteramente, ve un íncubo o demonio que se le posa encima. Dionisio Ramírez y su equipo lo llaman «la pesadilla de la erótica del poder». Es un proceso similar al que ya había descrito el pintor manierista Henry Fuseli en su cuadro «La pesadilla». Personas que ya han sufrido este tipo de publicidad electoral afirman que cambiaron sus cuadros del Che por los de Rodrigo Rato, que sustituyeron la admiración a César Manrique por la veneración a Ambrosio Jiménez, que dejaron de leer a Stephen Hessel para leer a Milton Friedman, que se compraron el libro de José Carlos Francisco y desecharon el de José A. Alemán, que se arrepintieron de celebrar el 15-M y que ahora piden justicia el 11-M, que dejaron de ver a los partidos del cambio como tal para verlos como terroristas aliados a la ideología bolivariana y que guardaron su pegatina de «Ser Canario es un Orgullo», para sacar la más sensata de la bandera española con el toro.
Todavía no se ha determinado la duración de la enajenación, pero suele desvanecerse al mes de las elecciones y luego nadie se acordará del sentido de su voto. Todavía se buscan los votantes del Partido Popular del año 2011. En esta ocasión los partidos políticos han tenido que redoblar sus esfuerzos para mantener el voto que ellos consideran «sensato», dada la penosa situación económica en Canarias. El recurso de introducirse en los sueños de las personas está siendo todo un éxito, que augura una plancha de resultados acorde a lo acostumbrado.