Batata News. Nadie sabe qué pasará tras las próximas elecciones. Una cosa está clara: Paulino Rivero dejará de ser presidente y Soria, aunque seguirá siendo ministro, prevé que no lo van a elegir otra vez. El actual Ministro de Industria, Energía y Turismo se agarra como a un clavo ardiendo a la posibilidad de que su partido gobierne con Clavijo en Canarias. Así se podría procurar un enchufe aunque el pueblo no lo haya elegido. Sin embargo, por si acaso decidió apuntarse al INEM.
El desempleo y la precariedad unen. Paulino y Soria se llamaron, retomando su vieja amistad, y decidieron apuntarse juntos al INEM, «a ver si nos sale un curro nuevo». No están acostumbrados a esa vía y se sintieron extraños y nerviosos. Nuestro reportero, que acompañó a la antigua pareja a la Oficina de Empleo, nos cuenta que fueron numerosas veces al baño y que le confesaron que estaban muy tensos. Dice que en la cola para obtener el turno, y mientras miraban la pantalla que iba pasando los números, a Paulino Rivero se le escapó un gas, mientras a Soria, al intentar contenerlo, se le produjo una marea negra.
Tras dos horas y media de espera, los dos nuevos parados ya estaban desesperados. Paulino dijo que «la culpa es del Gobierno y del presidente, que no saben generar empleo». José Manuel afirmó que «el problema es que se ha recortado la financiación autonómica y esto es lo genera». No se dieron cuenta, pero estaban criticando lo mismo que habían defendido en los últimos tiempos. La precariedad une definitivamente.
Finalmente les tocó. Primero a Soria, que se sentó con su currículum. Le explicó su experiencia de los últimos años y los cargos que había ocupado. «Jose, ¿y en qué sector quiere trabajar?». «Hombre, yo tengo amigos en Repsol, pero están un poco mosqueados ahora. A mí siempre me ha gustado mucho la gestión eólica, no le hago ascos a la cría del salmón y me gusta el sector de la construcción, también ahí he tenido amigos, pero están en crisis». La funcionaria tomó buena nota, pero extrañada le preguntó que por qué teniendo tantos amigos, está buscando empleo en la Oficina de Trabajo. «Porque no puedo trabajar en Canarias, la gente me insulta y me persigue, y vengo aquí porque veo colgados en la pared empleos en Austria, Barcelona o Alemania. Allí no tengo amigos, en Barcelona, además, ya voy ganando enemigos». La funcionaria le recogió la documentación, le actualizó la información y le despidió con un genérico «ya te llamarán si sale algo». Soria piensa ahora en emigrar.
Luego vino el turno de Paulino Rivero. La trabajadora del INEM le preguntó qué se le daba mejor. «Ser presidente de todos los canarios», le contestó Rivero. «Ya» respondió la funcionaria, en una mañana surrealista para ella. «Además soy profesor y elaboré un Catálogo de Especies Protegidas con mi amigo Domingo. Por otro lado tengo conocimientos de Trabajo Social y Servicios Sociales, en concreto soy experto en materia de dependencia». La funcionaria escribía absorta. «¿Expectativas laborales?», preguntó. «Yo soy bueno como director y como cuidador de pájaros, mejor si son canarios, unos animales hermosos, con gran corazón y que honran a los que los poseen. Tengo algunos amigos, como José Alberto González Reverón. No descarto presentarme a las oposiciones de Policía Local en Arona, aunque prefiero la posibilidad de estar en la Policía Canaria. Además mi amigo Willy ahora está en el paro y me comentó la posibilidad de montar una radio. ¿Lo conoce? Es un gran periodista. El problema es que ahora que no soy presidente no puedo montar concursos de licencias radiofónicas». La muchacha se paró en seco y le espetó: «mire señor Rivero, hoy llevo un día surrealista. Acabo de atender a un tal José Manuel y también enumeró sus amistades. Si tienen expectativas laborales no vengan aquí, aquí nunca hay trabajo. Por lo menos él quiere optar a trabajar fuera, ¿usted qué quiere exactamente?». Paulino Rivero pensó y respondió: «yo en realidad quiero ser presidente, pero como eso ahora no es posible, me puedo plantear un ministerio en Venezuela, allí hay mucha gente que me vota. Por lo tanto, también opto a irme fuera, el tema es que tengo que hablar con mis amigos americanos». Con esa letanía, la trabajadora apuntó y Rivero salió de la oficina.
No fueron los únicos que se están apuntando al paro en los últimos días. Antonio Castro Cordobés o José Miguel Pérez visitaron la oficina a finales de la semana pasada. La oficina de recolocación de empleo no tiene prisa, dice que en un sitio donde hay tan buen tiempo como en Canarias, la gente puede soportar menos dinero y más precariedad, siempre tendrá la playa. Soria y Paulino están esperando que los llamen para un trabajo. Sin embargo están en la lista para un curso de fontanería. La trabajadora se equivocó y en vez de poner que eran expertos en gestión política, puso «experiencia en desagües y cloacas». Cobrarán el transporte al centro de formación.