Que estas elecciones no son iguales a las pasadas es una evidencia, en plena crisis económica y social, acabamos una legislatura a la que se ha sumado el conflicto de las prospecciones, recolocando el eje medioambiental en el centro del discurso político. A su vez, el ascenso de Podemos amenaza con fragmentar y superar la perversa ley electoral canaria, y ya serían cinco las fuerzas en el Parlamento Canario.
Por estas fechas, en las víspera de elecciones, siempre son visibles las puñaladas, el juego de sillas y sillones, los quítate tú pa ponerme yo… Pero estas están siendo especialmente cruentas, y de escándalos en la elaboración de las listas no se salva casi nadie, ni de aquí ni de allá. Todos en su afán por ser los portadores del saco de los votos, lo agujerean regándose la veredita que lleva al 24 de mayo de desafectos, traiciones, y desamores, que con seguridad acabarán en otro saco, o en otras listas.
La realidad es que los trillizos caminan con pasos en falso, sin avanzar ni retroceder, cuanto más se mueven más se hunden, en lo que es un más que previsible cambio de las piezas del ajedrez político en esta tierra.
PSOE
Lo del PSOE da para tesis doctoral. Patricia Hernández que con seguridad era la peor de los tres candidatos posibles, gana las elecciones primarias en un proceso muy dudoso en su legalidad, y recabando apoyos contundentes en una única isla, con lo que para un territorio fragmentado como el nuestro y con circunscripciones insulares, eso conlleva.
Incapaz de tomar decisiones, tuvo que esperar a que aleteo de una mariposa en Parla (Madrid) se hiciera huracán en el Benchijigua para, con la boquita pequeña, señalarle a Casimiro la puerta de salida.
Ni caso Telaraña, ni caso Montecarlo, ni caso, ni caso hace Patricia Hernández a los gritos de Susana Díaz de no llevar imputados en las listas.
El mismo caso que le hace, por cierto, la Dirección Regional ( así le llaman ellos, muy de sucursales)del PSOE en Canarias a ella en la elaboración de las listas. Era una ilusión pensar que la bicefalia que vivía la formación en las Islas, con un dirección en las antípodas del pensamiento y los apoyos de la candidata, iba a resolverse con una dulce cena en la que José Miguel Pérez le sirviera a Patricia en bandeja de plata el pastel para repartírselo entre sus compinches.
«Ya si sobra algo de la tarta le das a Darias» – Soñó en alguna siesta parlamentaria Patricia Hernández que le decía José Miguel Pérez.
Perretas y llantos en Ferraz aparte, a Patricia se le desmonta el poco poder que tenía. En todo caso, parece que el meneo está acabando. Readmitidos, sin rubor ni culpa, los díscolos palmeros que gustosamente pactaron con el PP más sanguinario de la historia para este Archipiélago, quizás se le ocurra a la candidata, no oriental, hacer alguna propuesta para esta tierra. Ya veremos.
Coalición Canaria
Coalición Canaria, el referente de los intereses económicos y empresariales de la lumpenburguesía canaria, tampoco se salva de la quema. Una cosa está clara, el establishment de Coalición centralizado en ATI no le perdonó la extralimitación de Paulino al poner en serio riesgo los intereses derivados del sacrosanto pacto con la burguesía tutelar plantando cara al Estado en el caso de las prospecciones petrolíferas, alentando a la movilización social y a la crítica con respecto a las relaciones Canarias-Estado.
De aquel Consejo Político Nacional de Coalición Canaria, celebrado en Tenerife para gusto y lucro de los comercios de maletines de la zona, salió un candidato del gusto de todos, de todos los interesados en el malherido sacrosanto pacto me refiero. Ya saben: tú a Tenerife, yo a Gran Canaria, tú a Teobaldo Power, yo a la Moncloa. El pacto PP-CC estaba al fuego, pero se sancochó demasiado.
La noche de los cuchillos largos de ATI deja a muchos pesos pesados en el camino, y mucho terreno esquilmado.
En Lanzarote, con procesos judiciales de por medio en torno a devenires internos de dudosa decencia, y consumada la ruptura con un histórico como Torres Stinga, el partido se encuentra en manos de un diputado por Lanzarote que vive en Gran Canaria, David de la Hoz y un Presidente del Cabildo que congenia a partes iguales narcisismo e ignorancia.
Fuerteventura estalló el otro día, y uno de los mayores valores de la formación, como Marcial Morales se quitó de en medio ante un nepotismo orgánico con visos de revancha (muy estilo Coalición), ocasión que aprovechó Mario Cabrera, uno de los referentes del partido en la lucha contra las prospecciones, para inflarse el pecho de dignidad, y aliviar algunas contradicciones que seguro estaban al llegar. Ahora, con Tenerife tratando de maniobrar para calmar las aguas parece que no hay solución sin vencidos y vencedores.
En Gran Canaria, con las bases descontentas con la dirección, y el nido de votantes de la comarca norteña tambaleándose hacia otros aires, la oscuridad se cierne sobre un Bañolas que mira desde la distancia y con tristeza a Julios en su escaño de senadora.
¿El resto de las islas? Igual o peor. Me pregunto si Clavijo en esas conversaciones, que seguro tendrá, de intercambiar confidencias con Ana Oramas, mirará hacia atrás y reflexionará con cierto sentimiento de culpa, si era necesario regar la tierra con sangre solo por volver a tener el control. “ Roma no paga a traidores”- sentenciará Oramas contundente.
Partido Popular
A priori, el Partido Popular no tendría que caer en estos sobresaltos preelectorales, la técnica de que el gran líder señale con el dedo, evita opiniones, hace tragarse malestares, y Cierra, España.
Sin embargo, José Manuel Soria, despertado también de ensoñaciones húmedas por las que se veía reposando su engominada cabeza en la almohada presidencial, no actúa bajo parámetros de partido, siquiera de rédito electoral; su misión es la creación de un ejército de leales y fieles, que le sigan al matadero si es necesario tal como hizo en esta legislatura con su cruzada a favor de Repsol.
Las Montelongo, las Castellano, son precisamente las comandantes que demanda Soria para su proyecto.
La disidencia no es permisible más allá de donde la sombra comienza a proyectarse sobre la figura del Todopoderoso.
Son tiempos difíciles para el Partido Popular en las Islas. En Gran Canaria se les rompió el amor de tanto usarlo, concretamente se quebró en un oasis muy al sur. Bravo de Laguna ( padre) ya acumula dos noes seguidos del PP y de Ciudadanos, pero el discurso de “Tenerife nos roba” suena más creíble en su boca que en la de la otra candidata del PP de acento y facciones foráneas.
Con Gran Canaria dividida, con un previsible castigo electoral por razones de sobrada magnitud, y una candidata a la Presidencia igual de conocida para el electorado canario que el PIB de Camboya, el PP aspira a detener una hemorragia que le dé para llegar a treinta con Clavijo. Con eso se conforma Soria: un ejército de fieles combatientes que pacten con lo justo con CC. Y que todo vuelva a la normalidad. Lo que no son cuentas, son cuentos.