Para meterse en un manicomio a pintar locos, hay que estar muy loco o, por el contrario, muy cuerdo para no volverse loco.
El discurso del cuerdo y otros escritos del manicomio es un libro de relatos cortos de Luis Arencibia (Telde Gran Canaria, 1946), con introducción de José Antonio Luján y prólogo del poeta madrileño Luis Alberto de Cuenca, publicado en 2014 por Mercurio Editorial. Se trata de una nueva edición del último libro del autor teldense, que se amplía con quince relatos inéditos, entre los que se recoge una memoria-evocación del poeta Leopoldo Panero, sobre su estancia en el manicomio de Leganés.
El libro se presenta en el Club La Provincia (antiguo Prensa Canaria) de Las Palmas de GC el día 11 de febrero, y acompañan al autor, José A. Luján y Rafael Inglot Domínguez, ex-director del Hospital psiquiátrico de Gran Canaria.
Una visita al manicomio
Mi madre me contaba que, una vez al año, mi abuelo la llevaba al Manicomio de Tafira junto a sus hermanos. Era una visita educativa y, a la vez, humanitaria, porque el abuelo dejaba algún dinerillo para los internos. En una de aquellas visitas, vieron que un loco intentaba enhebrar un hilo a la aguja y, como quiera que el pobre no acertaba, mi abuelo le ayudó a ensartar el bendito hilo. Pero entonces el loco le dijo: «Eso es muy fácil, lo difícil es enhebrarlo por la punta…»
La verdad de los locos
Se suele decir que los locos y los borrachos siempre dicen la verdad salvo que, estos últimos, nunca dicen que están borrachos… Pero también la lógica dice que dos y dos son cuatro y tampoco es del todo cierto porque, dos copas y dos botellas no son cuatro de nada. De todas formas y a la vista de lo que vemos, cuesta mucho creer en la cordura del comportamiento humano.
La relación Panero-Arencibia va más allá de lo esperpéntico para convertirse en un discurso esclarecedor de la realidad donde es la realidad el único esperpento. «El mundo de Luis Arencibia se sitúa por libre elección en el plano de la pesadilla burlesca. Leer estos cuentos, casi micro-relatos, dibuja una sonrisa en la boca del lector, pero no hay que engañarse, porque dentro de esa sonrisa hay un labio roto seccionado, o la mueca terrorífica que un asesino en serie deja en el rostro de sus víctimas, para escenificar su oscuro mensaje»… (El buzón.es).
Luis Arencibia Betancort (1946) nació en Telde, Gran Canaria. Es licenciado en Filosofía y Letras, Técnico Superior de Administración, escultor, grabador y dibujante, además de escritor. Ha ejercido como director del Área Artística del Ayuntamiento de Leganés hasta su jubilación como funcionario público. Fue el promotor del Museo de Escultura al Aire Libre de Leganés, que presenta un conjunto de obras que reflejan el recorrido de la escultura española a lo largo del Siglo XX y se adentra en estos primeros años del Siglo XXI.
En su faceta literaria, ha publicado dos libros de cuentos bajo el título de «San Juan Bicéfalo» (Ediciones Almarabú, 1985). En 1992 publicó «Locos», con Leopoldo María Panero, y en 1998 el libro «La Pasión», con la poeta Isla Correyero. Ha escrito varios libros sobre la historia y el arte en Leganés, ciudad que le nombró Hijo Adoptivo en 1997.
Sus obras se encuentran en el Senado (Madrid), la Biblioteca Nacional, Fundación Juan March, Museo Postal de Estrasburgo, Casa de la Moneda (Madrid), Museo de Salamanca, Museo de Escultura de Ceutí (Murcia), Museo Néstor, Museo de Colón, Museo León y Castillo, Museo Tomás Morales (Gran Canaria), Museo de Escultura de Aracena y en diversas iglesias y espacios públicos de Canarias, Madrid, Guadalajara, Ávila, etc. En 2005, el escritor y crítico de arte Jonathan Allen publicó una monografía sobre su obra titulada «Sueños barrocos. La obra artística de Luis Arencibia Betancort» (Ediciones El Umbral).