La genial cantante Chavela Vargas dijo sobre su condición de homosexual: «Yo he tenido que luchar para ser yo y que se me respete, y llevar ese estigma, para mí, es un orgullo. Llevar el nombre de lesbiana. No voy presumiendo, no lo voy pregonando, pero no lo niego. He tenido que enfrentarme con la sociedad, con la Iglesia, que dice que malditos los homosexuales… Es absurdo. Cómo vas a juzgar a un ser que ha nacido así. Yo no estudié para lesbiana. Ni me enseñaron a ser así. Yo nací así. Desde que abrí los ojos al mundo. Yo nunca me he acostado con un señor. Nunca. Fíjate qué pureza, yo no tengo de qué avergonzarme… Mis dioses me hicieron así». Chavela nació en el cantón número 8 de la provincia de Heredia (Costa Rica) en el año 1919. En aquella época era difícil amar a las personas del mismo sexo, te estigmatizaba y te marcaba de por vida. La Chamana dedicó parte de su vida a ser aceptada, comprendida, respetada. Su ejemplo, junto con el de muchas otras personas, sirvió para que poco a poco se diluyera la intolerancia de los que no respetan quien ama a un ser humano de su mismo sexo.
Hoy en día el debate se presume superado. Aquí, en Canarias, ser homosexual, lesbiana, transexual o bisexual está aceptado y respetado, y, aunque es necesario avanzar hacia una mayor tolerancia, caminar para desterrar convencionalismos sociales marcados por el heteropatriarcado, nadie señala por la calle a alguien por amar o simplemente desear a personas del mismo sexo. Un jardín, el de la intolerancia, en el que se perdió torpemente la murga tinerfeña «Nifú-Nifá», decana del carnaval de Santa Cruz de Tenerife y actualmente Afilarmónica. No son cualquieras por lo tanto, y deberían entender la irresponsabilidad social que supone subirse a un escenario y cantar cosas como éstas:
“Ya he salido del armario, que ahora está de moda el ser maricón. Ya no existen ataduras; tampoco censura ni marginación. Venga, coño, a animarse; un paso adelante, di que eres gay. Te dirán sarasa, te dirán vaciola; con tu culo, tú te sientes ¡el Rey!”
“Tengo muchos nombres entre la afición: mariposa, invertido, gay, travestido, chapero también. Vacioleta, pajareta, sodomita, mariquita, bujarrón… pero a mí el que más me gusta es el de truchón”
“Me metieron la puntita y me gustó”
La canción termina con los habituales ramalazos insularistas, que por cierto, también deberían empezar a ser por lo menos cuestionados. Es la letra de la canción que tenían intención de presentar este año y que se titula «Somos mayoría».
Las redes sociales arden
Pero la reacción en medios sociales y medios de comunicación no se hizo esperar. Muchos se preguntaban por qué la murga se metía en un debate más que superado, otros criticaban abiertamente el contenido de la letra por considerarla trasnochada. Entre los que mostraron su indignación, se encontraban el Concejal de Igualdad del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Tino Guzmán, y el mismo Alcalde José Manuel Bermúdez. Bermúdez pidió respeto para la condición sexual de cada persona, pero aclaró desde el principio que no iba a censurar la letra, porque va contra la idiosincracia del carnaval. Mientras tanto, la murga se defendía de los ataques en sus medios con imágenes de este estilo:
La defensa que hace la murga de su letra, enciende más si cabe a la opinión pública. En los comentarios se pueden leer faltas de respeto y hasta amenazas, según ha denunciado también el presidente de la Afilarmónica en los medios de comunicación. Pero también le aparecen defensores a ultranza, entre ellos Carlos Tarife, miembro del Partido Popular en Tenerife, que defendió con ímpetu la letra de la murga y ha rehuido calificar su idoneidad o no. En Twitter se ha expresado de la siguiente manera:
. @tino_guzman @NifuNifa_SCTfe conozco miembros de la Fufa. Hacen Carnaval. No discriminan.
— Carlos Tarife (@carlostarife) enero 18, 2015
Buscas en wikipedia Carnaval y te sale "periodo de permisividad y cierto descontrol" y todos lo entienden menos #laizquierdaquecensura
— Carlos Tarife (@carlostarife) enero 19, 2015
Los apoyos son pocos y las críticas son mayores. En algunas webs, como en «Siempre en medio», se recuerda que la libertad de expresión no es insultar, aunque sea carnaval. Otros recalcan que la libertad de expresión acaba donde empieza la de los demás. En medio de todo el escándalo, se pone en marcha la campaña «#Nosoytuburla», impulsada por la Fundación Triángulo. El portavoz Alfredo Pazmiño considera que la letra de la «FuFa» “llega a vulnerar incluso los Derechos Humanos, ya que hay muchos jóvenes en el mundo que sufren por la discriminación homosexual y por ideas como las que expresa la canción”. En su página de Facebook exponen el objetivo de la campaña y la forma de apoyo:
La letra es retirada
«Donde dije digo, digo Diego». La Afilarmónica «Nifú-Nifá» es superada por la presión, como así mismo indica su presidente, y decide retirar la letra. Lo hacen tras defenderse en redes sociales, tras denunciar acoso, tras declarar que estaban siendo perseguidos, que no se estaba respetando su libertad de expresión y después de haber asegurado que mantendrían la canción hasta casi el minuto antes de anunciar que no iban a subir al escenario del Carnaval para cantarla. Así lo anuncian en su perfil de Twitter:
Tras conversación con Concejal d Igualdad del Ayto d SC Tenerife, hemos tomado la decisión de retirar la canción se dará más info #yosoyfufa
— Nifú Nifá (@NifuNifa_SCTfe) enero 19, 2015
Las posiciones se calmaron con la retirada de la canción y en el grupo de Facebook «No soy tu burla» agradecen el gesto. Desde la campaña de la Fundación Triángulo hacen un llamamiento a «un carnaval sin enfrentamientos»:
El CEIP Pepe Monagas, mientras tanto, dando ejemplo
Lo decía al principio: la murga «Nifú-Nifá» se adentró en una vereda innecesaria, cuyo camino ya ha sido, por suerte, superado y cayó en tópicos de épocas pretéritas. Prohibir nunca es la opción, pero sí incitar, hacer comprender y recordar que el carnaval, en concreto, es tolerancia. Está claro que no se puede pedir humor inteligente a quien no lo posee y recurre a los tópicos, pero por lo menos sería necesaria una labor de educación. Quitando las amenazas e insultos, nunca justificables, la opinión pública canaria ha reaccionado de una manera ejemplar, remarcando en todo momento que aquí se respeta. Tampoco creo necesario que los «Nifú-Nifá» se ganen el estigma de homófobos e intolerantes, pero desde luego es necesario que reaccionen en positivo. De paso deberíamos reaccionar de igual forma ante las letras machistas, insularistas o que generen odio en cualquiera de sus facetas. El carnaval requiere de libertad, pero como en todas las actividades de la vida, hay que exigir una responsabilidad civil, un compromiso ciudadano que no confunda crítica, vacilón y cachondeo con intolerancia, odio y fascismo, que es lo que al final fomenta todo eso.
Mientras tanto tenemos que mirar las cosas positivas y valorarlas en su justa medida. El Colegio Pepe Monagas de El Tablero, en el sur de Gran Canaria ha colocado una cartel en la entrada (la imagen que encabeza este artículo) que prohíbe expresamente la discriminación por cualquier orientación sexual. Otros centros de Secundaria han secundado la idea y el Colectivo Gamá en Canarias ha celebrado la decisión en un comunicado. Esa es la Canarias que camina, que avanza, la que marca el camino del respeto y la tolerancia. Que esos niños cuando crezcan repudien que un profesor de religión sea despedido por estar casado con un hombre, con la ineptitud de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias para evitarlo, y que rechacen letras como la que tenía intención de presentar la murga «Nifú-Nifá». Que recuerde la murga decana del carnaval chicharrero que rectificar es de sabios, pero reconocer sus errores y enmendarlos, incluso más. ¿Qué tal si hacemos una letra contra los homófobos que no respetan al que ama a alguien de su propio sexo? La homofobia es un fantasma que atormenta a jóvenes en muchos puntos del mundo, como Chavela Vargas en la Costa Rica de su juventud, y espantemos el monstruo para que no se acerque por estas islas donde la tolerancia va por buen camino.