Canarias tiene futuro. Se renovará en mayo del año 2015, cuando más de un millón y medio de canarios y canarias tengan una cita con las urnas. No todas estas personas acudirán a votar; quienes lo hagan pensarán en los años venideros pero, sobre todo, evaluarán la actividad de los diferentes partidos en la actual legislatura estatal, autonómica, insular y municipal.
¿Está usted mejor que hace cuatro años? Esta es la pregunta que realizó el candidato a la presidencia estadounidense Ronald Reagan en 1980. De esta manera cuestionaba que los cuatro años de la administración del democrática Jimmy Carter hubieran tenido algún efecto positivo en el bienestar y la calidad de vida de las personas.La pregunta seguirá vigente treinta y cinco años más tarde en Canarias. Y la respuesta será claramente negativa para la mayoría de la sociedad. La situación social y económica ha empeorado en el Archipiélago, trayendo consigo una brecha social y de desigualdad cada vez mayor entre sus habitantes y en comparación con otros países y territorios.
El principal drama de Canarias es el desempleo, que supera el 32% -una de cada tres personas- de la población activa. Así lo creen, además, dos de cada tres habitantes de las Islas (66%, según el CIS) quienes, por cierto, también señalan como problemas a los políticos, la sanidad, la inmigración y la educación. En un mundo tan interconectado como el actual la toma de decisiones se ha vuelto realmente compleja, muchas veces envuelta en una madeja en donde no se sabe -o no se quiere decir- quien decide y en base a qué lo hace. Lo cierto es que las administraciones públicas más cercanas, que no deciden los grandes temas, son quienes administran y gestionan los recursos y, asimismo, quienes, en teoría, mejor conocer el territorio y las preocupaciones de sus habitantes.
Canarias está girando a la izquierda. Según datos del C.I.S., (Centro de Investigaciones Sociológicas), en una escala entre cero (extrema izquierda) y diez (extrema derecha), la sociedad se ubica en el 4.95. Los partidos políticos, que son los encargados de traducir la ideología en ideas, políticas y planteamientos, deben tenerlo en cuenta, especialmente los catalogados como progresistas. En el Archipiélago, según esta encuesta del año 2012, los tres partidos considerados como progresistas son Izquierda Unida (2.24), el Partido Socialista Canario (3.99) y Unión Progreso y Democracia (4.69).Evidentemente la ideología varía en función de la variable utilizada. Si la analizamos por sexo observamos que en Canarias los hombres son más progresistas que las mujeres (4.92 y 4.98, respectivamente) (CIS, 2012).
Analizando la ideología por grupos de edad en Canarias se observa una correlación positiva (más edad, más conservador), con una excepción; el grupo de edad entre los 35 y 44 años. De esta manera, el grupo de edad más progresista del Archipiélago son los jóvenes (18 a 24 años), ubicándose en el 4.45 sobre diez. Entre quienes tienen entre 25 y 34 años la ubicación ideológica es de 4.86, ligeramente superior al grupo de entre 35 y 44 años (4.82). Las personas entre 45 y 54 años también se consideran progresistas (4.85). Ya en posiciones conservadoras se encuentran quienes tienen entre 55 y 64 años (5.34) y, sobre todo, las personas mayores de 65 años (5.50).
Observando la ideología por nivel de estudios se puede concluir que el grupo más progresista está integrado por quienes tienen estudios superiores (3.65), seguido por quienes poseen estudios medios universitarios y formación profesional (4.58 en ambos casos) y estudios de secundaria (4.67). En las posiciones conservadoras se encuentran las personas con estudio de primaria y aquellas que no cuentan con estudios (5.31 y 5.97, respectivamente) El tamaño del municipio también influye en la ideología. Así, en aquellos lugares con menos de diez mil habitantes la media ideológica se ubica en el 4.85 sobre diez y, en posiciones más progresistas, los municipios entre 50.001 y 100.000 habitantes (4.49). Los municipios intermedios (entre 10.001 y 50.001) se ubican en posiciones conservadoras; 5.05, igual que los municipios más grandes de Canarias (más de 100.001 habitantes); 5.01.
Por estatus socioeconómico tampoco existen grandes sorpresas. La gran bolsa de votantes progresistas se encuentra entre la clase alta y media alta (4.52) los obreros/as no cualificados (4.80) y las nuevas clases medias (4.95). Por su parte, los obreros cualificados se auto-ubican a la derecha (5.12), igual que las viejas clases medias (5.32). En relación a la condición socioeconómica, el grupo más progresista de la sociedad canaria es el del personal de oficina (4.15), estudiantes (4.39), técnicos/as y cuadros medios (4.68), desempleados (4.80) y obreros/as no cualificados (4.90). Por su parte, los más conservadores son los agricultores/as (6.50) y los directores/as profesionales (5.47) (CIS, 2012).
Para vencer electoralmente en Canarias no basta con convencer; sobre todo hay que movilizar. Hacer que acudan a ejercer su derecho el voto tanto los abstencionistas sin partido definido como los progresistas desencantados. Para ello hay que motivar e ilusionar, generar la necesidad de cambio y establecer relaciones de credibilidad y confianza. Se trata de un contrato entre la ciudadana y sus potenciales representantes.
La economía canaria está recuperando, aunque muy lentamente, la senda del crecimiento económico. Lo que no está tan claro es si la ciudadanía recupera los derechos perdidos en este período de crisis económica y social. No se debe recortar en dignidad pero la realidad es que donde la izquierda ve ciudadanos y ciudadanos la derecha ve clientes. Dicho de otra forma, donde los partidos progresistas deberían ver derechos (educación, sanidad, justicia, dependencia), la derecha ve negocio. La misión pública, desde una perspectiva progresista, debería ser proteger y empoderar a las personas.
Por eso lo importante ahora mismo no solo es el crecimiento económico sino, sobre todo, qué tipo de crecimiento. La salida de esta crisis parece ser a costa de empeorar las condiciones sociales, laborales y económicas de una parte importante de la sociedad canaria.
Existen dos visiones de Canarias para las próximas décadas. Una supone una sociedad más dividida, con mayor desigualdad social y económica, un territorio donde los ricos viven en urbanizaciones exclusivas y envían a sus hijos e hijas a colegios selectos mientras el resto sobrevive con servicios públicos como la educación o la sanidad, de menor calidad. Los economistas lo llaman “economía dual”; dos sociedad una frente a la otra, que apenas se conocen y no logran imaginar como es la vida al otro lado.
La visión progresista para Canarias debe ser diferente. Ha de encaminarse a cerrar estas brechas, a asegurar las oportunidades de la sociedad para avanzar en la equidad. Canarias tiene futuro.