Dicen quienes todavía defienden las prospecciones petrolíferas que la actividad exploratoria, y la extractiva también por supuesto, será plenamente compatible con el medio ambiente, con la seguridad de los canarios y con la reputación de Canarias como potencia turística mundial.
Mientras seguimos esperando que los defensores de las prospecciones aporten datos que corroboren las dos primeras afirmaciones, les propongo que comprobemos si la tercera se tiene en pie. Qué mejor que hacerlo con un repaso a la prensa internacional:
Die Welt: «España quiere buscar petróleo en Canarias». Temor por los efectos en el turismo, principal fuente de ingresos en las islas. Promesas de creación de empleo por parte de Repsol. A la pregunta «¿Y si Canarias se niega a prestar ayuda logística?» responde Brufau, presidente de Repsol, «Entonces operaremos desde los puertos marroquíes«. «A fin de cuentas vivimos en un mundo globalizado».
Frankfurter Allgemeine Zeitung: «Canarias quiere un referendum contra las prospecciones». El Gobierno teme por el turismo
The Guardian: «Las Islas Canarias protestan contra la autorización del Gobierno español a las prospecciones petrolíferas». Fuerteventura y Lanzarote ven amenazada su economía, dependiente del turismo. A pesar de la oposición a gran escala y del peligro para las ballenas y la fauna marina, Madrid da luz verde a la compañía española Repsol para que comience las exploraciones.
ARD: Breve reportaje sobre las prospecciones petrolíferas en Canarias en la primera cadena de la televisión pública alemana. Riesgo para el suministro de agua potable, riesgo para la industria turística, riesgo para el medio marino canario… La emisión termina con la siguiente pregunta: «¿vale la pena arriesgarlo todo sólo porque es técnicamente posible?».
Estos son sólo unos pocos ejemplos, hay muchos más. Todos coinciden en señalar la incertidumbre, los riesgos, la amenaza, las protestas, la decisión unilateral del Gobierno español. De momento, no parece que la prensa internacional esté precisamente muy convencida de las bondades que nos traería la explotación de petróleo en aguas canarias. El daño para la imagen internacional de Canarias es más que probable.
Pero sigamos con nuestro recorrido internacional y verán que Canarias genera también otros titulares de muy distinto tenor:
De Morgen: «Primicia mundial: una isla que funciona con viento y agua»
GEO: «El Hierro se erige en modelo ecológico». La más pequeña de las Islas Canarias se prepara para el futuro. Electricidad y agua potable a base de energías renovables. Coches que funcionan con energía eólica o aceite de freír reciclado.
Kathimerini: Aunque hay otras islas en el mundo que se alimentan de energía solar y eólica, El Hierro es la primera que garantizará un suministro eléctrico constante sin conexión a red eléctrica externa. Ya ha suscitado el interés de otras islas, como Aruba, Hawaii, Samso y Oki.
The Guardian: «El Hierro, una isla al viento». Los habitantes de la más pequeña de las Islas Canarias doman los elementos para generar energía renovable.
Helsingin Sanomat: «La isla más pequeña de Canarias gana renombre mundial con su autonomía energética».
Le Monde: «El Hierro, una isla al viento».
Deutsche Welle: Breve reportaje que califica al proyecto herreño de «ejemplar», no sólo en lo medioambiental sino en lo económico.
«Renombre mundial», «primicia», «modelo ecológico», «ejemplo medioambiental y económico», «interés internacional», «autonomía energética», «preparación para el futuro». Estos son los términos elogiosos que le dedica la prensa alemana, británica, belga, griega, finlandesa y francesa a El Hierro y su proyecto energético. El contraste con el petróleo no puede ser mayor, por mucho que le pese a quienes orquestan campañas de intoxicación para hacer ver lo que no es. Queda claro que el futuro y el prestigio de Canarias no pasan por el petróleo, por pensar en pequeño. Pasan por pensar a lo grande. Pasan por desarrollar las renovables.