Y lo hace en un momento especialmente interesante desde el punto de vista futbolístico. Sólo queda desear que «la fiesta del fútbol canario» sea precisamente eso, una fiesta. Que las actitudes pleitistas, de agresividad verbal, no digamos física,… de aquellos que ven al rival como un enemigo, queden enterradas por un alud de deportividad y sana rivalidad. Aprendan las aficiones futbolísticas del ejemplo que dan los aficionados al Gran Canaria y al Canarias de baloncesto cada vez que se enfrentan. Que gane el mejor y que el año que viene haya dos equipos canarios en Primera División, repletos de jugadores de la tierra, llevando en sus botas lo mejor de un estilo de fútbol que no quedó atrás con Germán, Tonono, Guedes, Gilberto I, Gilberto II,… sino que sigue vivo en Valerón, Silva, Pedrito, Ayoze García, Aridane, Nauzet,… y tantos otros.