¿Qué se le ha perdido a Asier Antona para hacer una encendida defensa de los toros en las islas? Desde luego, no se puede decir que esté alzando la voz por los seguidores de esa salvajada que pudieran haber en las islas. Si los hay, que hay gente para todo, no parece que vaya a ser un nicho de voto significativo que detenga la imparable caída de la derecha españolista en Canarias. Tampoco parece que esté defendiendo los intereses de sector económico alguno. En las islas, afortunadamente, no hay plazas en activo, ganaderías, novilleros, empresarios, apoderados, etc. ni nada de lo que conforma la ceremonia del maltrato animal que los españoles llaman “la Fiesta”.
¿Entonces? ¿A qué ese sacar la cara por algo que en Canarias a nadie importa lo más mínimo? El sentir mayoritario de nuestra sociedad, su nulo arraigo social,… evidencian a mi juicio que sólo motivos ideológicos pueden llevar a Antona a declarar que “es una fiesta nacional que respetamos”. El Partido Popular necesita recordarnos a cada momento que “somos españoles”, algo que no hace en Murcia o en Cantabria. Debe ser que allí no hace falta. En las islas, si hay que vestir a los tartaneros de cordobeses, se hace. Si hay que inocular Ferias de Abril, incluso con dinero público, sea. Si hay que organizar espectáculos de doma ecuestre en pleno barrio de Schamann, pase. Seminarios de Historia Militar, juras de bandera civiles, homenajes a la bandera española,… Por último, si hay que defender una aberración tan grande como la de torturar un animal en público hasta que muera, no se hable más. Todo eso y lo que haga falta para suministrar españolidad en vena, hasta que muramos por sobredosis.