Se venía comentando en los mentideros de nuestro deporte nacional y esta semana Batata News pudo confirmarlo: científicos de la Universidad de La Laguna y expertos del mundo de la lucha canaria llevan años trabajando en la creación de un nuevo tipo de luchador, el megapuntal. En un oculto guachinche de La Matanza, uno de nuestros reporteros se entrevista con uno de los cerebros de la operación, que por el momento prefiere permanecer anónimo. Por el momento, lo llamaremos por el nombre ficticio de Mamerto. Éstas son sus sorprendentes declaraciones.
BN: Díganos, Mamerto, ¿quién es ese nuevo megapuntal?
Mamerto: Más bien se podría decir qué es ese nuevo megapuntal. Estamos hablando de un nuevo tipo de luchador que no bajará de los 300 kilos de peso, un ser descomunal, un prodigio de la naturaleza y de la ciencia… Alguien podría objetar que tal vez no se trate estrictamente de un ser humano.
BN: Entonces, ¿cómo nace la idea del megapuntal?
Mamerto: Como es bien sabido, se han estado enviando delegaciones anualmente a Corea a encuentros luchísticos internacionales. Allí, hace ya algunos años, se estableció un primer contacto con una delegación japonesa de luchadores de sumo. En seguida nos rondó la idea de poder contar con luchadores de similares características física pero con más pelo, algo que concedería el dominio absoluto al equipo que contara con ese megapuntal, como ya empezamos a llamarlo entonces. Desde el principio sabíamos que ese objetivo iba a ser imposible exclusivamente por medios naturales –aunque hay gente que se ha acercado bastante- por lo que a la vuelta decidimos ponernos en contacto con el Departamento de Ingeniería Genética de la Universidad de La Laguna, quienes se mostraron entusiasmados con la idea.
BN: Entonces, ¿es una creación a medio camino entre la naturaleza y la ciencia?
Mamerto: Sí, bueno, incluso se podría decir que es más ciencia que naturaleza. A partir de las células madre de algún luchador actual que no nombraré, cruzándolas con las de la tonina común, se logró algo así como un híbrido que ya apuntaba en la dirección adecuada. Luego, ha habido una tarea de cría y engorde importante de este… digamos, ser,… hasta el momento actual en que podemos decir que tenemos ya listo para salir la temporada que viene un megapuntal de 300 kilos.
BN: Pero, vamos a ver… En algún momento, ese… digamos, ser,… habrá tenido que aprender a luchar, digo yo…
Mamerto: Noooo, ¡qué va! Todo eso de los garabatos, cangos, ganchillos, sacones,… eso es para la gente antigua. El megapuntal no se caracteriza por poseer una gran masa encefálica, por lo cual tampoco podemos esperar de él que aprenda un repertorio de mañas excesivamente amplio. En realidad, le bastará con una única técnica que hemos denominado “el rempujón”, consistente en estarse quieto en posición de agarre todo el rato hasta recibir la orden de atacar por parte del mandador. El ataque consistirá básicamente en caminar hacia adelante. La gravedad hará el resto. Y eso cuando se presente el otro equipo, porque en realidad queremos ganar todos los torneos posibles por abandono de los rivales. ¡Sería algo histórico en la lucha canaria!
BN: Pero eso es un empobrecimiento de la lucha, que siempre ha sido un deporte muy rico,…
Mamerto: Nada, nada, nada,… Hay que modernizarse y actualizarse. ¿O es que aquí vamos a seguir toda la vida como los guanches en las cuevas? El equipo que hemos estado trabajando en esto estamos seguros de que va a haber un antes y un después de la aparición del megapuntal en la lucha canaria. Aunque también es verdad que hay algunos aspectos técnicos que solucionar todavía…
BN: ¿A qué se refiere?
Mamerto: Hombre, no está claro el asunto de la logística. Desplazar a un… digamos, ser… de 300 kilos hasta algunos terreros va a ser complicado. Y meterlo dentro ni te cuento… Por ahora estamos barajando dos soluciones. La primera de ellas, pedir prestada a la Autoridad Portuaria una grúa de las del muelle, pero, claro, eso incrementaría los costes enormemente, que de por sí ya son astronómicos. Piensa nada más en la manutención del nota… De momento para la ropa de brega tenemos apalabrada todas las velas de repuesto de los botes de Vela Latina de Las Palmas.
BN: ¿Y la segunda solución?
Mamerto: Ésa es la que más me convence por ahora. Podríamos pedir prestado a algún diseñador de trajes de Reina del Carnaval el carrito que usan para transportar los trajes cuando no los cargan las chicas. Se podría llegar a algún tipo de acuerdo por el cual, si nos prestan el carrito, a lo mejor el megapuntal puede salir de candidata un año con, no sé, una “Fantasía gigantesca de carne bajo la noche estrellada santacrucera” o algo… y se ahorran el maquillaje de la piba. Todos salimos ganando.O, como diría Pitti, ¡aquí gana la lucha canaria!
BN: Ños.