No sé si llega tarde, pronto, a tiempo,… pero el reconocimiento concedido a los Hermanos Ríos me parece más que merecido. Lástima que la noticia del Diario de Avisos sitúe vagamente el mismo en Las Palmas (no aclara en cuál de las cuatro islas de la “provincia” oriental) y que además sólo cite como razón para el mismo “el contenido de Guarapo, Mambí o El vuelo del guirre”. Ni siquiera se entera uno de qué organismo lo concede aunque sí que la ceremonia tuvo lugar en la Biblioteca del Estado. Ahora sólo falta saber de qué isla. Cosas del nuevo periodismo, debe ser.
En cualquier caso, decía y digo que me parece un reconocimiento más que merecido como pioneros del cine canario moderno que son. No me adentro en los pinitos, que los hubo, durante la década de los 30 en Tenerife y Gran Canaria, así como cierta producción documentalista en las siguientes décadas que ahora conocemos más y mejor. La mayoría de los espectadores recordamos Guarapo como el primer intento más que loable de contar con un cine propio, de mirada y perspectiva canaria. La historia de un humildísimo campesino gomero y sus penurias durante el caciquismo de la dictadura franquista inició un recorrido que seguramente no ha tenido la continuidad merecida más allá de la filmografía de los Hermanos Ríos, hasta hace poco. Ahora podemos ver claramente en la obra del realizador Armando Ravelo una voluntad artística de altos vuelos: contar en lenguaje cinematográfico la Historia Antigua de Canarias, la historia de aquellos que fueron asesinados, esclavizados, violadas,… los antepasados nada lejanos de gente como Guarapo, sin ir más lejos. Y así es como la Historia va hilvanando sus eslabones sin dejar nada al azar: hubo y habrá un cine canario, más allá de crisis y ocultamientos.