Cansados de “letras facilonas, temas insulsos, telebasura, pleito insular, homofobia,…” un grupo de carnavaleros de la ciudad de LPGC acaba de fundar la que llaman “la primera murga intelectual de Canarias”. ¿El nombre? Los Post-estructuralistas del Muelle Grande.
Hasta el barrio de Vegueta, donde se ubica el local de ensayo de la nueva murga, nos acercamos para conversar con Totín Umpiérrez, director y miembro fundador. “El Carnaval necesitaba urgentemente una refundación sobre bases racionalistas e ilustradas porque la deriva era ya peligrosa. Estábamos retrocediendo varios estadios en la escala de la evolución, instalados en la estética del insulto, y sentíamos que debíamos hacer algo. Así, nos reunimos unos cuantos catedráticos, gente del mundo de la academia, profesionales liberales, miembros de la Academia Canaria de la Lengua,… y decidimos embarcarnos en esta aventura, que estamos seguros de que será del agrado de la población o por lo menos de aquellos sectores más comprometidos con una visión epicureísta de la experiencia vital, que vaya más allá del simple hedonismo”.
El sitio desde luego resulta bien diferente a lo que suele acostumbrarse en cuanto a locales murgueros. A la entrada, nos saluda un friso con el lema: “Memento mori”; las paredes, cubiertas de estanterías hasta el techo, atesoran cientos de libros cuidadosamente ordenados siguiendo la Clasificación Decimal Universal. “Es nuestra intención -continúa Umpiérrez- abrir el local a la sociedad, de tal manera que si algún carnavalero quiere, por ejemplo, saber más acerca del deconstructivismo francés o del pensamiento débil, pueda venir y consultar libremente nuestra biblioteca. Claro está que no podrá ser durante las horas de ensayo, por aquello de los ruidos”.
Preguntamos también al director de la nueva murga por los temas con que se van a presentar. “Bueno, no quisiéramos desvelar todas las sorpresas que estamos preparando, pero sí te puedo adelantar que, con música de “Hola, Don Pepito; Hola, Don José”, tenemos preparada una corrosiva letra acerca de la archiconocida polémica entre Raymond Aron y Jean Paul Sartre. ¡Un auténtico bombazo para estos carnavales! También, por aquello de continuar con aquello que Padorno llamaría “la construcción de la Casa Atlántica”, tenemos preparada una “Oda al POSEICAN”, en endechas, para la cual Benito Cabrera nos anda haciendo unos arreglos para instrumentos de cámara que sin duda no dejarán a nadie indiferente. En todo ello -añade- sutiles referencias a la estilística de Dámaso Alonso, para el oído atento y selectivo”.
Una entrevista con un murguero como Totín Umpiérrez no podía acabar sin alguna alusión al disfraz que Los Post-estructuralistas del Muelle Grande vestirán en estos, sus primeros carnavales. “Tampoco es algo que quisiéramos desvelar del todo. Ten en cuenta que ha habido un equipo de investigadores y personal especializado del Museo del Traje de Madrid viajando a Venecia, sobre todo, haciendo un profuso trabajo de investigación para ofrecernos un traje con garantías. Sí puedo avanzar -para delicias de los aficionados a nuestra murga, que ya los hay en todas las islas- que será probablemente una revisión crítica de la clásica Pulcinella veneciana, aunque con toques nestorianos en un afán de canarizar nuestra experiencia carnavalera. Es probable que también haya alguna concesión a la modernidad y calcemos mocasines de diseño exclusivo que hemos encargado a nuestro paisano Manolo Blahnik, si antes solucionamos un pequeño problema burocrático porque ahora mismo están retenidos en aduana”.
Cuando se le pregunta sobre las posibilidades de la nueva murga en el concurso, el director es tajante: “Rechazamos de plano el criterio de competencia neocapitalista y la misma idea de contrapartida crematística. Nos vemos, si se quiere como un coro clásico ateniense, que actúa como voz de la conciencia para con una sociedad adormecida. Creemos que el mundo es texto y discurso. Aspiramos a ser parte intérprete e interpretada del mismo. El resto sobra. Si por una paradoja del destino, obtuviéramos algún premio, ya decidimos donarlo a la Real Sociedad Económica de Amigos del País, una entidad a la que nos sentimos especialmente vinculados”.
Abrumados, abandonamos el local de Los Post-estructuralistas del Muelle Grande. Después de todo, sus miembros ya están listos y comienzan las típicas trompas, cuernos ingleses, clavicémbalos y dulzainas a sonar, ¡los típicos sonidos de nuestro Carnaval!