
Doy un primer repaso a la prensa matutina y los medios hablan y no paran de Pedrito, Jesé, Valerón,… Podrían hablar también de Silva, Ayoze, Nahuzet y muchos otros. No cesa la cantera canaria de producir talentosos jugadores que, tarde o temprano, por el lugar subalterno que ocupan nuestros clubes deportivos más representativos, acaban yéndose a otras tierras a dar lo mejor de su fútbol por otros colores. Aquí nos contentamos con ganar a los de la isla de enfrente y después tener un “equipo favorito” en algún otro lugar del mundo. Con ese pensamiento alicorto nos da para todo el año. O en animar a “la Roja”, los que la animen, si acaso contentándose con que jueguen canarios, de tu isla, claro. Si es de la isla de enfrente tampoco vale.
Incluso cuando echamos la vista atrás, contemplamos la Historia con mirada insularista, cuando no es posible obviar que la mejor Unión Deportiva Las Palmas de todos los tiempos, la subcampeona de Liga y Copa, era un ejemplo de lo que podía llegar a ser el fútbol canario en las botas de seis grancanarios y cuatro tinerfeños, más un vasco en la portería. ¡Aquélla fue nuestra primera Selección Nacional Canaria! O la participación destacada de tantos grancanarios en la etapa dorada del C.D. Tenerife. ¿Tampoco podemos aprender de ese ejemplo? Si uno además considera deportes minoritarios donde los canarios han destacado en los últimos años -como el windsurfing o el boxeo- descubre que tampoco se hace nada por que estos deportistas sean conocidos y reconocidos en todo nuestro país, pareciera que ni nos representaran sino más bien a determinadas marcas comerciales. ¿No son un tremendo orgullo las hermanas Ruano? ¿O qué decir de los incontables triunfos internacionales de luchadores como Juan Espino “El Trota” en las más variadas disciplinas de deportes de contacto o el prestigio de nuestra selección nacional de lucha en Corea donde suele arrasar? Mis amigos neoyorquinos hablan y no paran de las leyendas de los New York Yankees. ¿Qué canario recuerda con orgullo a aquel luchador que tumbó a los doce luchadores del otro equipo?
Nada de esto parece contar demasiado en la Canarias del siglo XXI. Y, sin embargo, el simbolismo del deporte en nuestras sociedades es tan poderoso que, le asombra a uno, o no, que Coalición Canaria haya sido tan timorata a la hora de reivindicar, cuando lo ha hecho, la existencia de nuestra Selección Nacional Canaria, por ejemplo. Ni siquiera en el terreno de lo simbólico pueden los coalicioneros ejercer el nacionalismo. No pasan de un ínsulo-españolismo cobardica y ramplón no sea que alguien se moleste. Desde luego, es innegable que esto está íntimamente relacionado con unas bases y dirigentes que mayoritariamente, no se creen lo del nacionalismo. No obstante, opino que también tendrá que ver con tantas cosas que por aquí, en otras ocasiones, se ha comentado: el sucursalismo acomodaticio y empobrecedor que encumbra automáticamente a cualquier mediocridad foránea; una sociedad atenazada por su propia inseguridad y falta de confianza en sí misma; el canario como importador antes que creador, siempre dispuesto a copiar antes que a reivindicar su propia personalidad… El resultado, a mi juicio, en el terreno deportivo, es éste: total ausencia de referentes nacionales canarios compartidos en las categorías absolutas de los deportes mayoritarios; identidades insulares o insularistas en sentido fuerte y escasa o débil identidad nacional canaria, cuyo lugar es “naturalmente” ocupada por la identidad y referentes españoles. En esto tampoco podrá decir Coalición Canaria que hizo país. Corresponde una vez más a la sociedad civil, que no es sino otra forma de llamar a los ciudadanos, como usted y como yo, reivindicar nuestros esfuerzos deportivos como país, ponerlos en su sitio, sentirnos orgullosos de ellos, compartirlos y no dejar de reclamar la existencia de selecciones canarias oficiales en todas las disciplinas, las únicas que verdaderamente nos pueden representar.
PS: Les dejo aquí el vídeo que la cadena española Canal Plus le dedicó a Juan Espino «El Trota» y sus éxitos en Senegal. Ya saben que la Televisión Canaria no está para estas chafalmejadas sino para cosas importantes como el humor inteligente de «En clave de Ja». Por otro lado, observen cómo «El Trota» tiene clarísimo lo que les comento acerca de la identidad canaria rápidamente sustituida por la española, tan conveniente ella.