Ya en 1772 lo dejó por escrito nada menos que José de Viera y Clavijo en su Noticias de la Historia General de las Islas de Canaria:
«Estas Islas pertenecen al África. Todos cuantos tienen alguna mediana tintura de Geografía, saben que si las Islas Canarias no componen una parte muy considerable del mundo, no dexan de hacer una figura lucida, aún quando no se atienda á otros méritos que al de su ventajosa situacion. Ellas están en el Océano Magno Atlántico, enfrente de la Mauretania Tingitana, o provincia de Biledulgerida, entre los cabos Guer y Bojador, de cuyas Costas distan de veinte á ochenta leguas Españolas; y no hay duda que por esta notable inmediación á aquel Continente de la África, del qual acaso fueron porción en lo primitivo, están generalmente demarcadas entre las Islas Africanas: de manera que solo por un efecto de negligencia geográfica, ó por la idea que se suele tener en Europa de todos los países más acá del Estrecho de Gibraltar, han pasado, y pasan para con algunos las Islas de Canaria por Region de la America, y por indianos sus habitantes».
No se imaginaba el ilustrado e historiador que casi dos siglos y medio después serían los propios canarios los que hablarían de Canarias no ya como parte de América, sino de Europa. Hoy es normal que la gente te diga «y en el resto de Europa, no sé qué», o «este es el mayor tubo volcánico de Europa». Precisamente hoy, cuando nuestra ubicación geográfica africana está más clara que nunca por las prospecciones petrolíferas que España nos quiere hacer tragar, la gente sigue hablando de Canarias como Europa.
Al mismo tiempo, se hace hincapié de continuo sobre nuestro mestizaje, se valora nuestro carácter tricontinental, abierto, decididamente cosmopolita, sin entrar a reflexionar que si somos efectivamente así es gracias a encontrarnos a 100 km de la costa africana, en plena ruta americana, y no precisamente por «estar» en, ni «ser» Europa. Porque la realidad es que no, Canarias no es Europa.
Aquí es cuando alguien llega y dice: «pero nuestra cultura es europea». Y sí, buena parte de nuestra cultura es de origen europeo, lógicamente; también de origen americano, indudablemente, aunque eso no se diga tanto; y por supuesto de origen africano, para eso la base social postconquista era en buena parte indígena y para eso también Canarias fue receptora de esclavos del continente, que dejaron igualmente su impronta (por ejemplo, en el sureste y cumbre de Gran Canaria). El resultado es que nuestra cultura no es que sea europea, no la recibimos como regalo ni la tomamos prestada de nadie; nuestra cultura la hemos ido tejiendo nosotros mismos a lo largo de los siglos, como cualquier otro pueblo del mundo. Y la creamos nosotros con influencias de muchos lugares, de ahí su riqueza, como quien hace un cereto con pírgano de varias palmeras distintas. Al final, lo importante es el cereto, no una de las tiras concretas que forma parte del entramado.
Porque en esa afirmación descentrada de europeidad hay implícito un complejo, un desprecio soterrado y absurdo hacia las otras tiras que conforman nuestro cereto, un racismo más o menos encubierto que sigue desprestigiando todo lo que remotamente suene a africano e incluso latinoamericano.
Habrá quien diga que no, que lo que se explicita al hablar de Europa es la integración del Archipiélago en la UE. De ser así, mucho habría que hablar del eurocentrismo empobrecedor, en Canarias más desnortado que en ningún sitio, que dice Europa para referirse a la Unión Europea como si Ucrania, Noruega o las Islas Feroe estuvieran en Oceanía.
Y a todo esto, ¿los propios europeos qué dicen de la europeidad a la canaria? Mi experiencia me dice que no la ven. Por supuesto que hay gran afinidad cultural con los canarios, como la hay con los afrikaners. Pero igual que nadie considera a estos europeos, por mucha identificación cultural e histórica que se quiera, igual que los afrikaners no se proclaman europeos a las primeras de cambio, tampoco los canarios entramos en el imaginario colectivo de Europa. A pesar de la UE.
Esto es lo que encontramos en las llegadas del aeropuerto de Bruselas:
Islas Canarias no UE vs UE excepto Islas Canarias
¿No es hora ya de que asumamos de una vez nuestra realidad, nuestra situación estratégica, antes de que se nos termine de llevar la marea (negra)?