Si todavía no han visto la miniserie del Canal Arte sobre Canarias, no dejen de hacerlo, vale la pena.
Enseguida notarán algo raro, que llama la atención, algo inusual. Son vídeos de bella factura, con imágenes espectaculares de la naturaleza canaria, del Atlántico de azul profundo, de barrancos umbríos y de cumbres escarpadas. Viene a ser el tipo de grabación que ya conocemos de las campañas de promoción turística que desarrollan las instituciones canarias, igualmente de bella factura, con imágenes impactantes de la naturaleza del archipiélago. Con una diferencia fundamental: el documental del Canal Arte lo protagonizan canarios. Son los habitantes de las islas los que presentan su modo de vida, los que enseñan el país, mientras que el programa toma como hilo conductor la cultura propia: la lucha canaria, el gofio y los molinos, la alfarería tradicional, la obra de César Manrique, la ganadería y las apañadas, el silbo…
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Vean ahora los vídeos promocionales de la oficialidad canaria.
¿Dónde estamos los canarios? ¿Es que en Canarias no vive gente? Para el turismo, no, para el turismo el canario debe ser casi segregado. Así, se promociona un decorado de cartón piedra inhabitado, vacío a plena disposición del turista, purgado de su historia, su cultura y sus habitantes. Ocultan a los canarios como si fueran un pariente incómodo del que avergonzarse.
Y sin embargo es justo esa canariedad la que destaca el documental francoalemán, es justo eso lo que nos hace interesantes. Qué lección. Los canarios, además, hablan con total naturalidad, en canario y en su contexto. Hace unos años, en la presentación de la campaña «Gran Canaria: elige un gran destino» en Madrid, le preguntaron a Roberto Moreno, entonces responsable del Patronato de turismo de la isla, por qué en el vídeo se había escogido para la voz en off una voz castellana en lugar de canaria. «Es que esto no es el National Geographic», respondió Moreno.
No, Roberto Moreno, no es el National Geographic. Es el Canal Arte.