El realizador canario Armando Ravelo (Telde, 1982) charla con Tamaimos sobre cine en Canarias, sobre su trayectoria personal y sobre su más reciente trabajo,»Tierra de fuego», un nuevo cortometraje que forma parte del proyecto «Bentejuí», ambiciosa apuesta cinematográfica que persigue poner en imágenes la historia de los antiguos habitantes de Canarias.
– ¿Quién es Armando Ravelo?
– Creo que jamás podré responder a esa pregunta.
– Tienes ya una dilatada experiencia en el mundo audiovisual. ¿Cómo nace esta vocación?
– Recuerdo tener unos siete años cuando mi abuela lloraba viendo El Hombre Elefante de Lynch. Me impresionó tanto esa imagen que quería sentir ese «poder», la capacidad de conmover contando una historia. Fue una toma de conciencia en toda regla.
– ¿Existe industria cinematográfica en Canarias?
– Existen grandes profesionales, gente muy entusiasta que no descansa, existen servicios externos y de vez en cuando se hace alguna producción grande en cuanto a medios. Pero no existe una industria canaria ni nada que se le parezca.
– ¿Qué opinión te merece que las Film Commisions estén convirtiendo Canarias en tierra de servicios auxiliares audiovisuales más que en tierra de producción audiovisual?
– No puedo hablar mucho porque no conozco su trabajo. La de Tenerife se me presentó y estuvimos hablando sobre la posibilidad de rodar cosas en Tenerife. Muy amable y cercana. De la señora que lleva la Film Commision de Gran Canaria conozco su último logro: lograr que Ridley Scott visite la isla para ver si le gusta como plató natural.
– ¿Repercuten estos rodajes de Hollywood en jóvenes cineastas como tú?
– No. La verdad es que no. Repercute en la gente de aquí que puede aprovechar la oportunidad como experiencia y económicamente, pero a los creadores que vivimos en las Islas no nos supone ningún beneficio.
– Ahora mismo, y tras el rodaje de “Ansite”, estás preparando el cortometraje “Tierra de fuego”. Háblanos de él.
–Tierra de Fuego supone un nuevo peldaño en cuanto a medios y experiencia con respecto a Ansite. Se trata de una historia muy visual, muy física. Cuenta la historia de Guadarfía, que fue el último líder indígena en resistir la conquista llevada a cabo por los normandos para el Reino de Castilla. Un nuevo reto que se presenta hermoso. Tengo muchas ganas de rodarla.
– Como en “Ansite”, el equipo de producción se está volcando con las redes sociales para lograr recaudar parte del dinero necesario para la película. ¿Cómo puede la gente contribuir con el proyecto?
-Lo hemos lanzado en la página www.verkami.com, donde cientos de proyectos son expuestos en busca de financiación popular, es decir, donde cualquiera puede convertirse en productor de una obra. Una nueva forma de relacionarse con el cine, desde 5 euros en adelante, puedes ayudar a que se haga realidad. Es una gran alternativa para proyectos complicados de sacar adelante, como lo son todos los que se hacen desde las Islas.
– El crowdfunding es una de las formas más actuales y vanguardistas a la hora de desarrollar un proyecto audiovisual. ¿Qué otras vías están trabajando para lograr la financiación?
– Estamos trabajando también la inversión privada y el patrocinio de empresas. El cine es caro de producir, aunque nosotros estamos acostumbrados a trabajar con literalmente el mínimo.
– La asistencia de público y la crítica en “Ansite” fue todo lo buena que en Canarias se puede esperar de un trabajo de estas características. ¿Sirvió este primer cortometraje para atraer nuevos públicos y posibles financiadores del proyecto?
– Sin duda, Ansite fue toda una alegría. Digo más, esperaba peor acogida. La gente que fue a verla manifestó su sorpresa, las críticas aparecidas en los medios fue buena y el bagaje por festivales más que satisfactorio. ¿Se puede pedir más a una producción tan pobre en cuanto a presupuesto? Se puede hacer un corto sin dinero, pero lo que hicimos en Ansite, con las características que tiene una producción de este tipo, fueron malabarismos, con el apoyo de mucha gente que apostó por el proyecto, eso sí. Yo diría que ha servido para hacer nuestro trabajo todo lo visible que es posible en un lugar donde los medios y las instituciones atienden todo lo que sale para volver triunfante, en lugar de atender a lo que triunfa desde aquí de forma independiente, por pequeño que sea el triunfo.
– ¿Qué supuso alzarse con el premio al mejor cortometraje en el 6º Festival Issi N’Ourgh de Agadir?
– Siempre he pensado que los premios hay que ponerlos en perspectiva, el cine se pervierte al tener ese carácter competitivo tan artificial y sesgado. Pero los premios a día de hoy te colocan un foco encima, te dan espacio en los medios y captan la atención de gente que puede estar interesada en invertir en tu trabajo. En ese sentido fue fantástico. Aunque me quedo con la acogida del público que llenó la sala de congresos de Agadir, un público maravilloso.
– Uno de los valores principales del proyecto Bentejuí es la confianza firme en trabajar con actores y equipo de Canarias. ¿Qué crees que aporta al resultado final esta demostración de confianza en el talento local?
– Es una cuestión práctica. En Canarias existen médicos preparados, agricultores preparados, profesores preparados, por supuesto también hay actores y actrices preparados. Quiero trabajar desde aquí el proyecto y me viene bien contar con actores que estén cerca. El nivel es bueno y trabajando mucho, con la experiencia, llegará a ser excelente.
– Además de los actores y equipo técnico te has rodeado de un buen equipo de asesores históricos y lingüísticos.
– No quiero hacer del proyecto Bentejuí un documental, pero sí me interesa encontrar la esencia de las historias y bucear en el conocimiento me ayuda. La mejor manera es contar con gente formada que me oriente, aunque siempre van a existir discusiones sobre las decisiones que tomemos ya que las luchas internas entre los estudiosos del tema son legendarias.
– ¿Crear en Canarias es creer en Canarias?
– Sí. ¿Qué otra razón puede llevar a un creador a desechar oportunidades económicas y de reconocimiento que vienen de fuera? Creer que crear aquí puede aportar algo. Aunque sea el único que lo crea, lo tengo como un axioma en mi carrera ahora mismo.
– En el 2009 un cineasta canadiense realizó un documental sobre la evolución que en el cine había tenido la representación y visión sobre el indio nativo norteamericano. ¿Cómo describirías la representación del indígena canario en el cine?
– En este caso parece tratarse de un reflejo de la misma visión de la sociedad. Para empezar no hay muchas representaciones. No es un tema que haya atraído demasiada atención hasta ahora. Hay una especie de imagen estereotipada, sesgada y mutilada de nuestro pasado. Los americanos nos contaron su historia mediante el cine. Nos comemos todo lo que producen. Luego vinieron los europeos, los asiáticos… Todos los pueblos de la tierra tienen derecho a contar su historia. Creo que llegó el momento de contar la nuestra, y de intentar hacerlo con dignidad. Es una cuestión más profunda de lo que parece.
– En este sentido, ¿qué papel crees que pueden estar jugando tus cortometrajes en la readaptación del imaginario colectivo sobre el indígena en Canarias?
– No creo que yo pueda hablar sobre eso, sinceramente. Sólo trato de hacer cine, pero en ese sentido me gustaría que al menos contribuyera a acercar a algunos espectadores al tema. Como curiosidad puedo contarte que estos carnavales vi a un grupo de chicos disfrazados de indígena con las pinturas de Bentejuí en la cara.
– Te lo pregunto porque sabemos que además de la vocación cinematográfica tienes un gran interés en que tus proyectos sirvan como material didáctico en colegios y centros educativos. ¿Qué es el proyecto Drago?
– Más que como material didáctico, me gustaría que sirviera como puente, como punto de encuentro entre el interés y la necesidad de saber más del alumnado. El proyecto Drago trata de acercar a los jóvenes a través de imágenes del proyecto a la realidad indígena, mediante charlas con historiadores y expertos en la temática. El próximo curso queremos darle un empuje definitivo al proyecto.
– Si entendemos el cine además de como entretenimiento como producto educativo y cultural, ¿qué función está desempeñando el cine realizado en Canarias en esta labor de anclaje de valores propios que aporten al mundo global en el que vivimos?
No tengo un conocimiento exhaustivo de lo que se produce en las Islas. Puedo comentarte que bajo mi punto de vista es muy importante que desarrollemos obras desde aquí. El mundo se enriquece mediante la diversidad, y nosotros tenemos que aportar nuestra visión al mundo. Kurosawa lo dejó bien claro, producir en Japón era para él un objetivo en sí mismo, y aunque tuvo ofertas para irse a Estados Unidos su misión fue contribuir a crear una identidad cinematográfica en su Isla. Es de vital importancia levantar una identidad moderna y valiente, que ayude a elevar nuestras miras, y estoy convencido de que los creadores tenemos una responsabilidad muy grande en este sentido.
– Gracias, Armando.
Colabora con «Tierra de fuego: Guadarfía», y ayuda a que este proyecto independiente salga adelante: https://www.verkami.com/projects/4565-tierra-de-fuego-guadarfia
https://youtu.be/V_X1dN5FDRk