Hace tiempo que quería hablarles de una iniciativa del polifacético Enrique Mateu, entre otras cosas conocido por ser el alma mater del fantástico grupo Artenara. Me refiero al portal Canarias Cultura, un espacio en la red que busca ser punto de encuentro pero que creo que, no sé si a su pesar, acabará siendo algo más que eso. Además de una nutrida agenda de eventos culturales, podrán ustedes encontrar allí artículos de opinión sobre los más variados aspectos que conciernen a la actividad cultural en las islas. Para muestra, dos botones: “La salsa canaria nunca estuvo más sabrosa”, una reseña escrita por el propio Mateu sobre la más reciente producción de la agrupación salsera S&C o “La LPI y los Derechos Humanos, aceite y agua”, una reflexión acerca de la relación entre propiedad intelectual y derechos humanos a cargo de Fernando Acero Martín. La página es moderna, atractiva, con un lenguaje que va con los tiempos que corren e invita a perderse en ella a través de su sección “Noticias”, que agrupa contenidos por criterios temáticos: música, artes escénicas, artes visuales, artes del diseño, literatura, gastronomía, artesanía, cultura popular, políticas culturales, asociaciones, espacios culturales, tecnología y Canarias3puntocero. Una pega: ¿dónde está el folklore? El timple está bien representado pero ¿y la música folklórica? No quisiera acabar este modesto enyesque sin referirme a una sección que merece un comentario aparte: En las “Entrevistas” podrán encontrar ustedes testimonios de “Protagonistas” y “Profesionales”, que dan cuenta de un sector activo, rico más allá de las crisis sempiternas, propias y ajenas, que parecen atenazar la creación cultural en las islas, o tal vez debiera decir la difusión y acogida. Por si esto fuera poco, en el apartado “Éxito anónimo” pueden ustedes conocer a canarios emigrados, profesionales de la cultura, que obtienen el reconocimiento a su labor deseado, merecido y tantas veces negado en su tierra. Uno, desde ya mismo, pide tal reconocimiento para Canarias Cultura, que será seguramente no sólo aglutinadora sino impulsora de nuevas aventuras creativas y deseo que su devenir sea el reflejo de un sector pujante, dinámico, consciente y en el que los canarios tengamos no sólo otro motivo más de orgullo sino también un firme anclaje para construir una sociedad más culta, o sea, mejor.