Ya sabíamos de los burdos chantajes que una línea aérea como Ryan Air es capaz de cometer contra un gobierno pusilánime como el canario. Intuíamos, además, que esta línea aérea no era la más escrupulosa a la hora de los controles de seguridad, dados los últimos incidentes en aviones con procedencia o destino en Canarias. Lo que no habíamos visto con total claridad es cómo la aerolínea irlandesa maneja estos y otros asuntos –también la relación con sus trabajadores- cuando el público no está delante. Esto lo podemos conocer ahora, con toda profusión de detalles, gracias a un trabajo de periodismo de investigación llamado “Ryan Air: la cara oculta del low cost”. En el mismo, dos periodistas camufladas de azafatas dan testimonio de distintas experiencias sucedidas a lo largo de los cinco meses que duró dicho trabajo. Y mientras tanto, la adocenada clase empresarial canaria sigue entretenida en acaparar fondos europeos, subvenciones del REA y demás zarandajadas sin olerse siquiera la oportunidad de negocio que supondría tener una línea aérea de bandera propia para que, entre otras cosas, los turistas que vuelen a Canarias adquieran el billete de avión a la susodicha línea. En fin, abróchense los cinturones para ver el vídeo porque les aseguro que va a haber turbulencias.