«Los vascos son trabajadores, pero es una cuestión geográfica y climática. Si en un sitio anochece a las cuatro de la tarde y hace frío, acabas por trabajar […] También es cierto que en el País Vasco hay mucha concentración en el trabajo. Pero eso no quiere decir nada, me he encontrado con muy buenos trabajadores en las Islas.
Esta perla impagable no se la debemos a ningún Demóstenes de barra de bar, sino a Gonzalo Ubani, director artístico del Teatro Cuyás, y vasco. La argumentación es brillante: la geografía y el clima determinan que la gente sea trabajadora o no. Norte y tiempo virado, currantes natos; sur y buen clima, hay que estar encima de ellos para que trabajen. Ya lo dijo Séneca: «los del norte trabajan y los del sur disfrutan».
También es verdad que Ubani nos perdona la vida, y dice que en Canarias se ha encontrado buenos trabajadores. Haberlos haylos, por lo visto. Pero ¿cómo es posible? ¿Y lo de la geografía y el clima entonces? ¿Se aclara usted, señor Ubani?
Dice el director artístico del Cuyás que «los estereotipos siempre son injustos». ¡Acabáramos! Entonces ¿a qué los propaga? ¿A qué reproduce topicazos decimonónicos que proclaman la indolencia y pereza de los pueblos del sur, casualmente los que fueron colonizados y explotados, nunca lo suficiente a gusto del explotador?
Al señor Ubani, sin embargo, hay que reconocerle la capacidad de observación: en Canarias «hay un complejo de inferioridad importante», «La sociedad canaria no está vertebrada a nivel participativo. Hace falta más implicación y compromiso por parte de los ciudadanos». ¿Qué tal indagar en la historia de Canarias y buscar ahí las razones de ese complejo y esa desvertebración, en lugar de trazar comparaciones peregrinas con el pueblo vasco? ¿Qué tal esforzarse por conocer el pasado de la tierra que lo acoge para mejor comprender su presente, señor Ubani? Ya de paso, se evita el ridículo de esgrimir estereotipos rancios y vaciedades.