«[El museo] Guggenheim es un concepto anticuado que bebe de las tradiciones del colonialismo. En la era de la globalización son mucho más interesantes los conceptos museísticos que dialogan con la cultura local. Es una dimensión ausente en el concepto Guggenheim. Además, sus exposiciones no están a la vanguardia del arte contemporáneo, sino que son conservadoras, van a lo seguro». «Un museo Guggenheim no aportaría nada nuevo a las artes plásticas finlandesas».
Quien esto escribe es Anita Seppä, experta en artes plásticas de la Academia de Finlandia. No debe de ser fácil calificar de anticuada, colonialista y conservadora a una de las vacas sagradas del mundo del arte, o más bien de la mercantilización del arte. O quizá sí lo es, basta con tener conocimiento, experiencia, los pies en la tierra y no dejarse deslumbrar por fuegos de artificio. Confianza en uno mismo, una visión equilibrada de lo propio. «Las artes plásticas son hoy infinitamente más interesantes en Helsinki que en París», continúa Seppä. Y, en efecto, el ayuntamiento de Helsinki acaba de rechazar el proyecto de construcción de un museo Guggenheim en la ciudad.
¿Cuánto falta para que tengamos ese aplomo en Canarias y sepamos diferenciar arte de fuegos de artificio, vengan de donde vengan? Y nuestros museos ¿»dialogan con la cultura local»?