Juan García Luján entrevista a Yeray Rodríguez Quintana para la serie De un tiempo, de un país, de Tamaimos.com
Yeray Rodríguez Quintana (Gran Canaria, 1978) aunque nació en Las Palmas de Gran Canaria, su familia es de Artenara, esa cumbre que es memoria viva con las cuevas que habitaron los antiguos canarios pero que también mira al mar Atlántico abierto a otros mundos donde nuestros abuelos buscaron el paraíso y donde muchos jóvenes miran ahora para adivinar su futuro. Ese paisaje cumbrero que siempre le ha acompañado ha definido la personalidad de un hombre pegado a la tierra, a sus raíces, pero que también sabe mirar al mar que nos une con el resto del mundo.
Desde el principio de esta entrevista para Tamaimos Yeray Rodríguez nos habla del miedo del canario a mirarse al espejo “En esta tierra muchos tienen miedo a mirarse al espejo, plantean el perfecto deseo de desconocerse”. El profesor grancanario que sido invitado a dar conferencias académicas sobre sus estudios de la décima y de la literatura canaria por universidades de Puerto Rico, Venezuela, Portugal o Estados Unidos rechaza la visión de un falso universalismo entendido como “un estado del ser en el que uno no es de ningún lugar, hay que ser de un lugar porque cuanto más hondas son las raíces del árbol más lejos crecen sus ramas”.
Esa visión la practicó en su activismo cultural como estudiante universitario. Junto a personas tan desinquietas como Tenesor Rodríguez (uno de los fundadores de Tamaimos) o José Miguel Perera (Bienmesabe.org) formó el grupo Calibán que editaba una revista y realizaba un programa de radio. Calibán, un personaje de Shakespeare (uno de los protagonistas de La tempestad) que se buscaba a sí mismo, podría ser la metáfora de muchos isleños que no encuentran el espejo por la neblina que ciega la conciencia según denunció Manuel Alemán en “Psicología del hombre canario”.
Yeray se mira al espejo sin miedo y mira a la sociedad que nos rodea. En esta hora de conversación hablamos de identidad, de política, de la universidad alejada de la sociedad, de los versos improvisados, de literatura de Torón y Quesada… Una reflexión en alto sobre el país que vivimos y su memoria. No es una entrevista de actualidad, pero sí le pregunté a Yeray por el nacionalismo institucional que nos gobierna hace más de 20 años. El verseador grancanario se rebela contra la corrupción del lenguaje que supone llamar “nacionalismo” a la práctica política mendicante de Coalición Canaria, también se manipula el idioma, nos dice, cuando se llama “cultura” a la industria cultural subvencionada.
Tras ver la pasión con la que habla de Saulo Torón, podemos entender que a Yeray Rodríguez le dieran el Premio Extraordinario por el área de Humanidades por su tesis “Saulo Torón, el orillado. Una propuesta de relectura de su vida y su obra”. En la entrevista nos cuenta cómo se acercó a la obra del poeta grancanario gracias a su profesor Eugenio Padorno. Tras lograr el título de Doctor, Yeray es profesor de Literatura Canaria en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, y en esta entrevista nos da una noticia muy positiva relacionada con esta asignatura.
Yeray es autor de numerosos artículos académicos sobre literatura canaria y sobre la décima espinela. Pero entiende que el papel del profesor universitario también debería ser dar talleres de Literatura Canaria a los vecinos de cualquier barrio o pueblo de las islas y eso en la universidad no se valora. A pesar de que la universidad grancanaria es una de las pocas que nació de una Ley de Iniciativa Legislativa Popular.
Como la entrevista se desarrolló días después de la celebración del Día institucional de Canarias, le pregunté a Yeray qué significa ser canario y me respondió con unos versos:
“Ser canario es simplemente
ser del mundo desde aquí
y asumir que se es así
igual por ser diferente.
Ser canario es ser consciente
de que hay más dolor que euforia
en nuestros años de historia
y es encarar el destino
sin arrancar al camino
las huellas de la memoria”.
De memoria y de futuro nos habla Yeray Rodríguez en esta entrevista que forma parte de la serie De un tiempo, de un país de Tamaimos. Ya va siendo hora de escuchar al poeta, al profesor, al activista cultural, a un canario que cuando sale del país siempre lleva la mochila cargada de versos y también lleva, por supuesto, un espejo en el que se mira sin complejo a conocerse y a recordar de dónde viene.