
Tomo prestadas estas décimas que nuestro verseador nacional, Yeray Rodríguez, publicara hace ya casi un mes. No es la primera vez que Yeray Rodríguez saca la cara por su país, y sin pelos en la lengua critica la especulación, la destrucción del paisaje, etc. En un panorama folklórico tan complaciente y sumiso como el canario, la voz y las palabras de Yeray Rodríguez se tornan en faro y guía para quienes entendemos que éste debe ser el rumbo de nuestro folklore: compromiso y conciencia con la realidad de Canarias. Se suma así Yeray al resto de actores sociales del Archipiélago que unidos por una misma causa claman contra el expolio de los recursos de Canarias y contra la soberbia del gobierno de España.
Las Islas Afortunadas
se quedaron sin fortuna
después de ser una a una
por el negocio esquilmadas.
Las mismas gentes malvadas
difíciles de olvidar
que las quisieron llenar
de cemento y lo lograron,
ya con la tierra acabaron:
ahora van a por el mar.
Esos seres antipáticos
dueños de un alma mezquina
quieren ver si la gallina
pone huevos subacuáticos.
Van sus proyectos erráticos
tras el petróleo esta vez;
si sumergen su interés
y usurpan nuestra marea
puede que el futuro sea
más negro que lo que es.
Malditos quienes se atreven
a tener el mal por socio
malditos los que el negocio
de sus intereses mueven.
Malditos los que se deben
a sus amos opulentos;
los que de perras sedientos
siempre que el negocio cuadre
venden a su propia madre
sin sentir remordimientos.
No me vale la codicia
de empresas y mandatarios
sobre los sueños canarios
faltos de tanta justicia.
No vale que la avaricia
en nuestras aguas recale
pero tampoco me vale
que hoy se oponga con orgullo
quien irá a cobrar lo suyo
si al final el chorro sale.
Yeray Rodríguez, verseador.