Es quizá la historia de la emigración canaria más entrañable, que más perdura en el tiempo y que mayor legado cultural y social mantiene aún en la actualidad.
Tras la colonización de las Islas Canarias éstas se convirtieron en un campo de pruebas políticas y fueron utilizadas en la administración del imperio español. La esclavitud y el cultivo de la caña de azúcar fueron introducidas a las Américas a través de las islas. Los isleños formaron la vanguardia de los colonos en los programas de colonización española obligados por el «Tributo de Sangre» por la que se imponía a Canarias una condición para poder comerciar con las Indias: enviar 5 familias por cada 100 toneladas de productos que se exportasen. Se establecieron en Cuba, Venezuela, Puerto Rico, Paraguay, Santo Domingo, Filipinas y otras áreas, en aquel entonces, de dominio español. Los recién llegados a EEUU eran principalmente de Gran Canaria y fundaron San Antonio en 1731.
San Antonio se encuentra en el Estado de Texas y fue poblado originalmente por una veintena de familias canarias que se instalaron en un lugar llamado Isla Delacroix. Actualmente es una urbe que ronda el millón y medio de habitantes. En ella se encuentra la catedral católica más antigua de EEUU, la Catedral de San Fernado, con la Virgen de Candelaria en el altar principal.
Los Isleños Heritage and Cultural Society es hoy toda una institución en aquella ciudad, que lleva años en la lucha para que la UNESCO declare el legado cultural canario de Lousiana Patrimonio Intangible de la Humanidad que ayudaría en la protección y conservación de éste.
El actual presidente de Los Isleños Heritage and Cultural Society es Lloyd Serigne. Han preparado para los próximos 17 y 18 de marzo (2012) su fiesta anual «La Fiesta de Los isleños» con una serie de actos que este año tiene como protagonista el 200 aniversario de Louisiana como Estado. En esta ocasión participarán las agrupaciones folclóricas Los Cabuqueros de Arucas y Los Cebolleros de Gáldar.
Es una sociedad muy activa que además edita sendas publicaciones como ésta.
El museo de Los Isleños fue creado 1980 en una casa criolla de ladrillos construida en 1840 donada por los familiares de Manuel Molero, de padres canarios, y que en su entrada nos encontramos con una bonita hilera de phoenix canariensis.
El caldo isleño, plato típico de San Antonio, es sin duda, el descendiente del puchero canario y el habla actual de los habitantes que aún mantienen viva la lengua es una bonita combinación de acento inglés y del español de Canarias.
Los canarios allá donde nos establecimos en tiempos pasados rara vez fuimos visto como «colonos» sino como un pueblo de trabajadores, tolerante y abierto que echó raíces allá donde se asentó y que aún hoy perviven en la memoria colectiva. Sin duda la historia de los canarios del Mississippi es además de entrañable, una de nuestras historias universales.